A sus 96 años de edad, la reina de Inglaterra mantiene una relativa buena salud pese a las limitaciones propias de una edad tan avanzada, y no se priva de algunos caprichos a la hora de comer.
El Mirror revela cuál es la comida a domicilio de la que la reina no puede prescidir, sobre todo cuando se encuentra en uno de sus lugares favoritos: el castillo de Balmoral, en Escocia.
Según este rotativo, la monarca suele pedir que le lleven el que es considerado como uno de los más típicos platos de la denostada comida británica: el fish and chips.
El Mirror cuenta que el plato de pescado rebozado con patatas fritas se lo llevan desde la cercana localidad de Ballater, y que apenas cuesta 10 libras esterlinas, algo más de 11,6 euros.
El típico plato de la clase obrera inglesa no solo es el favorito de la reina cuando está en Escocia, sino que también lo aprecia cuando está en Windsor. Eso sí, en estos casos se lo cocinan, no lo compran a domicilio.
Darren McGrady, chef personal de la reina en el Palacio de Buckingham entre las décadas de 1980 y 1990, reveló que la monarca prefiere que el pescado sea rebozado en pan rallado y horneado en vez de frito.
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