
La televisión es un gran espectáculo, a veces literalmente, con grandes platós, grandes montajes, grandes decorados, grandes luces, grandes invitados… pero también puede ser todo pequeño. Muy pequeño. Minúsculo.
Y es que, según refleja el informe de Teleformat (GECA) para esta temporada hay una clara tendencia dentro del género de los concursos a centrarse en lo 'tiny', lo pequeño, la miniatura.
"Se aprecia una curiosa tendencia que ha comenzado en este curso 2021/22 y que va a seguir a lo largo de los próximos meses. Se trata de los concursos centrados en objetos en miniatura", se explica en el informe.
Por ejemplo, está el formato belga My Tiny Restaurant (Mi pequeño restaurante), de la cadena Tipik y la productora RTBF. Se trata un concurso culinario, de nueve entregas, que sería una pesadilla incluso para Alberto Chicote. Diez parejas de cocineros se enfrentan entre sí con "un restaurante diminuto" instalado en un contenedor.
La idea es que logren los 15.000 euros de premio para abrir su propio restaurante, para lo que tienen que convencer al jurado con una versión en miniatura de su negocio soñado. Los equipos deben crear la carta, la decoración, el concepto y, todo ello, en apenas unos metros cuadrados. Un jurado experto les evalúa y decide semanalmente quién pasa a la siguiente ronda. Los participantes deben distinguirse por el concepto del negocio que les gustaría abrir, pero también por su visión de la gastronomía y su espíritu emprendedor.
También es un programa gastronómico, pero aún más diminuto el Tiny Food Fight del Discovery+ de Estados Unidos (aunque también puede verse en Prime video), estrenado el pasado septiembre. Aquí los concursantes deben crear recetas en cocinas en miniatura. Es literal. Toda la cocina cabría dentro de un plato de tamaño mediano. Los utensilios también son diminutos: cuchillos de apenas dos centímetros, cazos donde solo cabe un chorrito de agua, sartenes que se desbordarían con un huevo de codorniz…
Darnell Ferguson y la comediante Mamrie Hart presentan y juzgan en esta competición de comida diminuta, que cuenta con un premio de 5.000 dólares y un pequeño trofeo. De las minicocinas salen platos como una hamburguesa de apenas 2,5 centímetros, milanesas que caben en una muela, sándwiches del tamaño de un sello de correos o empanadas que hay que coger con unas pequeñas pinzas son algunas de las pruebas a las que se enfrentan los concursantes.
Más solera tiene The Great Model Railway Challenge, un programa de origen neerlandés que se emite desde 2018 y en lugares como Reino Unido. Equipos de entusiastas de las maquetas de trenes compiten en una serie de eliminatorias para crear sorprendentes obras maestras en miniatura sobre temas específicos. En un tiempo determinado deben crear complejos y realistas dioramas en los que hay trenes en miniatura, raíles y todo lo que les rodea, en función de la temática o la época que se les exija. Por ejemplo, ha habido pruebas en las que sobre la maqueta tenía que llover; o que debían contener la temática de alguna novela bestseller; sobre ciencia ficción; sobre mitos, monstruos, leyendas y fábulas o sobre películas importantes, entre otros muchos.
Quince equipos compiten en ocho episodios y el ganador tendrá el honor de exhibir su obra en la Exposición Nacional de Modelos de Ferrocarriles de Warley, en la versión emitida en el Channel 5.
De lo ferroviario pasamos a lo inmobiliario con Tiny House Battle. John Williams presenta este nuevo programa del canal holandés RTL 4. En este show de bricolaje, dos equipos de operarios aficionados construyen una casa diminuta en función de las necesidades de un posible comprador. Los concursantes tienen apenas una semana para construir de cero la vivienda, de pocos metros cuadrados, en torno a 25, pero aprovechados hasta el milímetro, con ingeniosas fórmulas, partes móviles o zonas multiusos. También deberán decorarla al gusto del comprador, que elegirá y pagará la que más le guste. Los concursantes pueden solicitar la ayuda de amigos y familiares para tener la casa lista a tiempo y dentro del presupuesto.
Otros programas de esta índole son Tiny House for Big Love, que mezcla programa de citas y cosas en miniatura. En este formato un grupo de solteros y solteras se embarcan en un viaje que les cambiará la vida con la esperanza de encontrar el amor en el camino, mientras recorren 1000 millas por todo el país con sus icónicas casas diminutas, especiales y personalizadas. Cada casa está personalizada para ellos y representa quiénes son realmente. En cada parada conocerán nuevos pretendientes potenciales, pero solo los que les gusten serán invitados a vivir con ellos y continuar el viaje en la diminuta casa.
El Biggest Little Christmas Showdown (La mayor competición de Navidad en miniatura) es un concurso estadounidense de cuatro emisiones en el que nueve equipos compuestos por los mejores miniaturistas del país compiten por construir las minicasas navideñas más festivas y extravagantes que se puedan imaginar.
Die Modellbauer - Das Miniatur-Wunderland (El fabricante de maquetas - El maravilloso mundo de las miniaturas) es un spin-off del reality Die Modellbauer, un formato alemán de 2009 de DMAX en el que se sigue a aficionados a las miniaturas de vehículos. A lo largo de cuatro emisiones, el programa ofrece a los espectadores una mirada entre los bastidores de la exposición Miniatur Wunderland de Hamburgo, la mayor maqueta ferroviaria del mundo, que cumple 20 años. Las cámaras acompañan al equipo de las instalaciones durante la concepción, construcción y el mantenimiento de las mismas. La tecnología de filmación más puntera permite a las cámaras sumergirse en un microcosmos que cuenta con más de 1000 trenes, 15 kilómetros de vías y 2690.000 figuras.
El espacio Small Fortune (Pequeña fortuna) de la ITV (con versión en la estadounidense NBC) propone a equipos de amigos o familiares se desafíos diminutos para ganar un gran premio en metálico. Denominado como "el concurso más pequeño del mundo", el programa propone juegos que se desarrollan en escenarios en miniatura, desde una versión reducida de un Stonehenge hasta la del famoso pub The Rovers Return, de la telenovela británica Coronation Street , pasando por un circo, un aeropuerto, etc. Los desafíos están pensados para que todo el mundo pueda completarlos, pero son tan pequeños que no hay margen para el error. Por ejemplo, en una de las pruebas hay que lanzar una pinta de cerveza por la barra de un bar en miniatura, de forma que esta no caiga por el otro extremo. Si los jugadores consiguen controlar sus nervios pueden embolsarse las 150.000 libras (unos 171.000 euros) en juego.
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