Fórmulas para defender de forma inteligente tu dinero de una 'burbuja del ladrillo'

El cartel de "Se vende" en la fachada de un edificio de Córdoba.
El cartel de "Se vende" en la fachada de un edificio de Córdoba.
CH. LIZARRALDE
El cartel de "Se vende" en la fachada de un edificio de Córdoba.

Vuelven los fantasmas del pasado. Los ciudadanos tienen cada vez más dificultades para comprarse una casa ante la escalada de los precios, especialmente en las grandes ciudades. El precio de la vivienda libre subió un 8,5% en el primer trimestre de 2022 respecto al año pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata del mayor aumento desde septiembre de 2007, justo antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

Muchos ciudadanos se preguntan si no estamos metidos en otra burbuja del ladrillo en España. Los expertos coinciden en que, de momento, no hay una burbuja inmobiliaria. Una de las razones esgrimidas es que las entidades financieras están siendo mucho más prudentes a la hora de conceder hipotecas. “No estamos ante una burbuja inmobiliaria, sí hay un boom inmobiliario. Los precios están subiendo a ritmos muy altos en algunas zonas del país”, afirmó Beatriz Toribio, experta en el mercado inmobiliario, en un episodio reciente del podcast Finect Talks.

Los españoles siempre han tenido mucha querencia por el ladrillo. La demanda de pisos se ha incrementado en los últimos meses debido a la inestabilidad en los mercados financieros y la incertidumbre económica, incrementada por la guerra de Ucrania. Ante esta situación, muchas familias han aumentado el ahorro o, si ya disponían de él, han optado por comprar una casa. La compra de viviendas se disparó en marzo hasta alcanzar las 59.272 operaciones, según el INE. Se trata de la mayor cifra desde enero de 2008.

La inversión en el sector inmobiliario puede ser una buena fórmula para protegerse de la elevada inflación —la subida generalizada de los precios—, provocada principalmente por los problemas en la cadena de suministros y la guerra de Ucrania. “El carácter esencial de muchos activos inmobiliarios, como los residenciales (todo el mundo necesita un lugar donde vivir), los sanitarios (todo el mundo tiene que acudir al médico en algún momento) o los centros de datos (todo el mundo se comunica digitalmente) es una de las razones por las que los inversores de estos activos han estado históricamente protegidos de la inflación”, apunta la gestora de activos británica Schroders en un artículo publicado en Finect.

Los expertos creen que se va a producir un enfriamiento del mercado inmobiliario. La subida de los tipos de interés anunciada por el Banco Central Europeo reducirá la capacidad de consumo de las familias. Esto provocará una caída de la demanda de viviendas y, como consecuencia, se producirá una moderación en la escalada de precios.

¿Cómo prepararse ante una eventual caída de los precios? ¿Cómo conviene proteger el dinero de una burbuja del ladrillo? Recopilamos una serie de consejos para hacer frente a este potencial escenario.

Elegir el momento adecuado para comprar una casa

La adquisición de una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de una persona, sobre todo si tiene que solicitar un préstamo hipotecario para pagarla. Ante la actual situación económica, muchos creen que si se produce una recesión puede ser un buen momento para invertir en inmuebles.

Sin embargo, nadie tiene una bola de cristal para saber si los precios de las viviendas bajarán en el caso de que haya una recesión o se mantendrán. Además, los bancos pueden decidir restringir mucho la concesión de hipotecas para prevenir los impagos. Por eso, el momento adecuado para comprar una casa es cuando el consumidor puede hacer frente a las cuotas de la hipoteca sin que su economía personal se vea muy resentida.

Mejor que comprar una casa, invierte en el sector

La compra de una casa supone un elevado desembolso, que no todo el mundo puede asumir. Una forma de invertir en el ladrillo sin tener que hacer un gran esfuerzo económico es hacerlo a través de un fondo de inversión con exposición al sector inmobiliario, como los que se pueden encontrar en el escaparate de invertir en inmobiliario de Finect.

Los fondos de inversión inmobiliarios tienen ventajas respecto a la compra de una casa. Una de las más evidentes es la liquidez, ya que se puede vender prácticamente en cualquier momento al precio de cotización y así recuperar el dinero. En cambio, un piso no se puede vender inmediatamente y el precio dependerá de lo que otros ciudadanos estén dispuestos a pagar.

Asimismo, los fondos de inversión están compuestos por diversos activos, por ejemplo, acciones de diferentes empresas. Esto permite una diversificación de la inversión, que sirve para reducir los riesgos. Cuando se compra una casa, el usuario solo dispone de un activo y, por tanto, de un único mercado en una zona geográfica determinada.

Invertir globalmente, sin depender de un único sector

Uno de los errores más comunes de los ahorradores cuando empiezan a invertir es comprar acciones de una única empresa que les gusta o apostar por un único sector. 

Si un usuario quiere diversificar al máximo su inversión puede decidirse por un fondo de inversión global. Estos productos invierten en las mayores empresas del mundo y permiten tener una exposición más amplia a diferentes sectores económicos o países. 

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