"Ahora, de momento tendremos menos incerteza en los próximos años, pero tendremos que trabajar en futuros proyectos para que el sector siga vivo en nuestro territorio", ha trasladado en una entrevista en À Punt, recogida por Europa Press, un día después de que la multinacional anunciara la adjudicación.

Sobre si con esta decisión acaba la incerteza en Almussafes, ha estimado que el proyecto durará "diez o 15 años si todo funciona bien y después habrá que seguir negociando". Ha hecho notar al respecto que "cuando las decisiones se toman lejos, las condiciones no son las que querrías", destacando el esfuerzo realizado por el Gobierno, la Generalitat "e incluso el comité de empresa" para captar la plataforma de coches eléctricos.

Climent, que se ha definido como "un forofo de la localización y la relocalización", ha pedido centrarse en que el sector del automóvil tenga continuidad en la Comunitat Valenciana: "Es nuestra obligación, y la mía como conseller, que la planta tenga trabajo, produzca coches y la gente no se vaya al paro".

Y es que, según ha recordado, unas 25.000 familias se habrían quedado sin trabajo con la decisión contraria, por lo que ha pedido que haya una negociación continuada con la empresa porque "no se puede dejar esto de la mano de dios".

Preguntado por las formas y por si era necesario generar un enfrentamiento con la planta alemana, la otra aspirante a la plataforma, Climent ha reconocido que no porque Ford Almussafes contaba con "suficientes argumentos" para convencer a la multinacional al ser "la planta más competitiva de Europa, con unas capacidades técnicas impresionantes".

"Tenemos que ganar por nosotros mismos. Cuando tenemos que ganar desde el enfrentamiento o el chantaje, siempre me deja mal cuerpo", ha aseverado, y ha pedido en otro momento que la descarbonización del automóvil sea justa para que no ganen "siempre los mismos".