La Airef advierte sobre la "inflación de los salarios" y exige al Gobierno un plan para cuadrar las cuentas a medio plazo

La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, en el Senado
La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, en el Senado
KIKO HUESCA / EFE
La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, en el Senado

El vigilante independiente de las finanzas españolas, la Airef, ha advertido de que hay indicios que apuntan a que podría estar fraguándose una espiral de salarios y precios. La Autoridad Independiente señala que, aunque, por ahora, la subida de sueldos por convenio (una de las métricas más utilizadas para ver cómo han evolucionado los salarios) "no está siendo especialmente elevada", cada vez son más los acuerdos colectivos que incluyen cláusulas de garantía salarial a partir de 2023. Además, apuntan a que los salarios en las grandes empresas están registrando ya "importantes subidas" en consonancia con la inflación subyacente (sin energía y alimentos no elaborados).

Así se ha expresado la presidenta de la Airef, Cristina Herrero, en un ciclo de seminarios económicos organizado por la Asociación de Periodistas Económicos (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). La gran pregunta, ha reflexionado Herrero, es "si habrá efectos de segunda ronda que hagan que la inflación sea más persistente en el tiempo".

El debate sobre si se deben subir o no los salarios al mismo ritmo que crecen los precios es una de las cuestiones clave de esta crisis inflacionaria. La mayoría de analistas (Banco de España, OCDE, FMI...) son partidarios de un pacto de rentas en el que todos los agentes (empresas, trabajadores, pensionistas, funcionarios...) se repartan las pérdidas que ha causado el encarecimiento de las materias primas. 

Sin embargo, desde el ala morada de la coalición y los sindicatos defienden que los asalariados no deben ser quienes paguen la crisis y sostienen que son las empresas quienes están elevando los precios de sus productos, alimentando así la inflación.

La Airef comparte el giro que dio el lunes la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien ahora reconoce que la inflación será "más alta" y durará "más tiempo" de lo que se esperaba. El vigilante fiscal sostiene que el binomio crecimiento-inflación se va haciendo "cada vez más adverso". Lo que, dicho con otras palabras, implica que los pronósticos apuntan a una inflación cada vez más alta y un crecimiento más reducido.

 

Fragilidad en las cuentas públicas

Esta situación de incertidumbre en el panorama económico amenaza a la sostenibilidad de las cuentas públicas, que han quedado muy tocadas por la pandemia. La deuda alcanza el 117,7% del PIB y las previsiones del Gobierno apuntan a un déficit que estará todavía por encima del 3% en 2025.

En ese contexto, la Airef señala que aunque se espera que el desequilibrio en las cuentas se vaya reduciendo en los próximos años, hay elementos de "vulnerabilidad y fragilidad" que podrían perjudicar el proceso. Una de las amenazas es que las causas que sostienen la inflación (principalmente los elevados precios de la energía) se alarguen aún más de lo previsto. Algo que "puede requerir medidas adicionales" del Ejecutivo, como es el caso de la prórroga del decreto anticrisis prevista para este sábado.

Prolongar las medidas por más tiempo implicará mayor gasto público en el corto plazo y afectará al equilibrio en las cuentas públicas. En este contexto de revisiones en el crecimiento previsto y la inflación, "asegurar la sostenibilidad es complicado", sostiene Cristina Herrero.

Por ello, desde la Airef insisten en la necesidad de desarrollar un plan de ajuste fiscal a medio plazo. Algo que no sería incompatible con mantener las medidas de apoyo a la economía en el corto plazo para lidiar con la inflación. "Es cierto lo que argumenta el Gobierno, que la incertidumbre es muy grande. Pero es que puede ser que tengamos que acostumbrarnos a vivir en un contexto de incertidumbre durante unos cuantos años más", sostiene Herrero. No obstante, la presidenta de la Airef añade que "eso no puede significar que no haya una planificación de medio plazo, que tendría muchas ventajas".

12.000 millones más en intereses de la deuda

Otro de los retos que afrontan las finanzas públicas españolas es el encarecimiento de la financiación. El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado el fin de su programa de compra de deuda a partir de julio y una subida en los tipos de interés, lo que deja a los países más expuestos a los inversores privados para financiarse. Unos inversores que exigen rentabilidades mucho más altas que el BCE para comprar la deuda. Especialmente a los países más endeudados, como es el caso de España, Italia, Portugal o Grecia.

La Airef plantea ahora un escenario en el que el gasto por intereses de la deuda aumente en más de 12.000 millones en 2025 en comparación con lo que esperaba a principios de año. Algo que refleja que el riesgo de deterioro en las condiciones financieras "se está materializando".

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