Barcelona suscribe un acuerdo para sacar de las calles a los guías turísticos no oficiales

  • Firma un 'Documento de buenas prácticas' con las dos asociaciones de guías habilitadas por la Generalitat. 
Entrada al Mercat de la Boqueria, en la Ramblas de Barcelona
La Boqueria es uno de los emplazamientos que tendrá restricciones
Miquel Taverna
Entrada al Mercat de la Boqueria, en la Ramblas de Barcelona

El Ajuntament de Barcelona quiere poner fin a los problemas de aglomeraciones que provocan los grupos que van con guías turísticos en algunos puntos emblemáticos de Barcelona, sobre todo en Ciutat Vella. Para lograr este objetivo, el consistorio ha suscrito con las dos asociaciones de guías habilitadas y acreditadas por la Generalitat, AGUICAT y APIT el documento 'Declaración de Buenas Prácticas en la Guía de Grupos en la Vía Pública de Barcelona'.

Se trata de un acuerdo en el que se define la manera en la que han de actuar los guías para respetar el equilibrio entre esta actividad y la convivencia en la ciudad, minimizando al máximo las molestias. Otro objetivo del código de buenas prácticas es garantizar la profesionalidad y la y la calidad de los guías.

En la presentación del documento han estado presentes en rueda de prensa el regidor de turismo del Ajuntament de Barcelona, Xavier Marcé, el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, la presidenta de la Asociación de Guías Habilitados por la Generalitat de Catalunya para un Turismo Responsable y de Calidad, AGUICAT, Macarena Bergada, y la presidenta de la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Catalunya, Inés Calzado

El documento suscrito por el Ajuntament y las asociaciones de guías ha sido definido por el regidor de turismo, Xavier Marcé, como un "buen modelo de autorregulación", y el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, distrito donde los problemas de masificación turística son más evidentes, estima que el texto "hace posible la vida cotidiana con la función de guía y compatibiliza la vida vecinal con el turismo".

Difícil aplicación

Sin embargo, el incumplimiento de estos criterios adoptados en el documento suscrito no puede conllevar sanción alguna, ya que, según el regidor de Turismo, existe un decreto europeo que protege la libertad de "una persona individual a enseñar la ciudad a un grupo de personas, y la capacidad normativa de la Generalitat se ve circunscrita a los espacios interiores". Desde el Ajuntament, Jordi Rabassa ha confirmado que se está buscando una manera de encajar las recomendaciones de este acuerdo en una normativa, pero de momento, Xavier Marcé indica que "se ha optado por esta solución paralela" que es el acuerdo con las asociaciones oficiales de guías.

"Es una primera respuesta a un problema que los vecinos decían que existía. Es a su vez, una vía pionera e innovadora". Jordi Rabassa, regidor de Ciutat Vella.

En definitiva, con este acuerdo lo que se busca es aislar o reducir al mínimo la acción de los guías que no son oficiales, o incluso, los denominado 'free tours'. Entre las diferentes acciones que se están llevando a cabo para lograr este objetivos se encuentran las negociaciones con operadores turísticos y navieras para que contraten previamente servicios oficiales de guía, e incluso, se ha pedido a los hoteles que no hagan publicidad de los 'free tours' sacando de los mostradores sus folletos. Rabassa concluye que este documento es "una primera respuesta a un problema que los vecinos decían que existía. Es a su vez, una vía pionera e innovadora".

Recomendaciones básicas

Algunas de las medidas que se recomiendan en el documento suscrito son la limitación de los grupos a menos de 30 personas, reduciendo este número en función del tamaño de los espacios a visitar. Además, otra de las buenas prácticas incluidas en el documento es la utilización de radioguía, obligatorio si el guía se hace en transporte público, y también exige el compromiso de no usar megáfonos, para evitar la contaminación acústica.

Además, se insta a los guías a planificar los desplazamientos, marcando puntos de inicio de la ruta, paradas, lugares de descanso y puntos de finalización. Esta planificación excluye, lógicamente, la captación de clientes en la calle y se pretende fomentar las visitas programadas y la compra anticipada de entradas para mejorar la seguridad pública, evitar aglomeraciones en las puertas de los recintos a visitar y no perturbar las condiciones de accesibilidad en la calle.

La particularidad de Ciutat Vella

En Ciutat Vella, además de estas recomendaciones generales, se establecen algunas específicas por la particular densidad turísitica del distrito, especialmente en los barrios de Gòtic, Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera, i finalmente, la Barceloneta, en algunos espacios de reducidas dimensiones. En estos casos, el grupo se reduce a 15 miembros como máximo. En estos lugares es obligatio el uso de radioguías.

En el acuerdo se establece que 24 calles de Ciutat Vella tendrán un sentido único de circulación de los grupos guiados, y se establecen 13 espacios o monumentos con aforos limitados respecto al número de grupos que pueden estar simultáneamente. Al mismo tiempo, se sugiere la idoneidad de buscar sitios más espaciosos para ofrecer explicaciones más largas y evitar que todo el grupo se quede parado mucho tiempo delante de un monumento o lugares muy concurridos. En todos los casos, el guía tiene que procurar que quede libre para el paso el 50% de la anchura de la calle, así como que el grupo circulará por la derecha, en fila- de como mucho dos personas.

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