La sequía amenaza a la agricultura de Italia y 'seca' sus históricas fuentes: el Po, el Tíber y el lago de Como se están quedando sin agua

El río Sesia, afluente del Po, prácticamente seco en junio.
El río Sesia, afluente del Po, prácticamente seco en junio.
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El río Sesia, afluente del Po, prácticamente seco en junio.

Italia está en crisis por culpa de la sequía. Lo está su agricultura. Aún en primavera, el sector se encuentra al límite como nunca por la falta de lluvias. La alarma la dan los agricultores, grandes y pequeños, pero la reconoce ya el ministro del ramo, Stefano Patuanelli, que ha dicho que la declaración de estado de crisis es "inevitable" .

La región del Véneto ya había pedido el estado de emergencia en las últimas semanas, medida que rechazó el Gobierno. Después, Lombardía y Piamonte. Esta semana está prevista una reunión del Ejecutivo de Mario Draghi para analizar la situación y evaluar posibles medidas para hacer frente a la emergencia.

El lago Maggiore está al 22%, un mínimo histórico, y el famoso lago Como está al 25%

No hay agua en ríos y lagos. El nivel de agua del Po en Ponte della Becca (en la provincia de Pavía) ha caído al nivel más bajo desde hace al menos 70 años. Los grandes lagos también están sufriendo. Es el caso del lago Maggiore, que ha caído a un mínimo histórico del 22%, o del famoso lago Como, que está al 25%.

Del Po al Tíber

Las lluvias siguen sin llegar y la agricultura italiana corre el riesgo de iniciar una cadena de impagos. Los agricultores están al límite. Por ejemplo, en Piamonte se habla de 15 días para salvar las cosechas.

En muchas zonas del norte de Italia, los agricultores están regando con agua procedente de camiones cisterna. La reducción de los rendimientos de producción de los cultivos de campo, como el trigo, ya ha bajado un 15% este año. Las primeras estimaciones hablan de daños por valor de 2.000 millones de euros.

En el Piamonte aseguran que sólo quedan 15 días para salvar las cosechas

En el Piamonte, el gobernador, Alberto Cirio, ha pedido el estado de calamidad para la agricultura. El consejero de Medio Ambiente de la región, Matteo Marnati, asegura que sólo quedan 15 días para salvar las cosechas.

¿Limitar el consumo en los hogares?

La situación no es mejor en el centro de Italia, donde el lago de Bracciano está 107 cm por debajo del cero hidrométrico. En Roma, el Tíber, también lleva mucho menos caudal de lo que sería normal en junio. De hecho, la Autoridad de la Cuenca del Tíber lleva meses haciendo sonar la alarma y pidiendo que se actúe.

"No podemos seguir persiguiendo las urgencias. El agua debe estar en el centro de la atención y la inversión pública, debe formar parte de los presupuestos del Estado. Se trata de hacer prevención en tiempos de paz", afirma a la Rai el secretario general de la Autoridad de la Cuenca del Tíber, Erasmo D'Angelis.

El agua debe estar en el centro de la atención y la inversión pública. Se trata de hacer prevención en tiempos de paz"

Las regiones del norte están en una, para ellas, desconocida situación de emergencia y el centro en situación de preemergencia. Pero hay que recordar que en el sur de Italia la sequía es endémica.

La crisis es tal que ya se habla también del agua de consumo. Por culpa de la sequía, 80 municipios de la provincia de Turín y otros 25 de la provincia de Bérgamo están barajando la posibilidad de limitar el consumo de agua en los hogares.

Ola de calor y poca nieve del invierno

El momento es dramático: en algunas zonas no ha llovido desde hace tres meses. Y la situación se ve agravada por la intensa ola de calor (en junio) nacida del cambio climático (la misma ola que a España ha traído incendios devastadores, como el de la Sierra de la Culebra, en Zamora). Hay que tener presente que esta primavera ha sido la sexta más calurosa del planeta en términos climáticos, según la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica).

Hay un elemento más que explica la falta de agua en Italia. Ha nevado poco en los Apeninos y en los Alpes. De modo que las reservas nacidas de esa nieve derretida ya se han agotado. Es decir, que de las montañas hace ya semanas que no baja agua a las cuencas de los ríos.

Habrá pues reunión del Gobierno italiano esta semana (¿tarde?) y de la Conferencia de las Regiones, el miércoles. "Es allí donde debemos plantear la cuestión, para pedir al Gobierno una intervención inmediata y una consideración especial para toda la cuenca del Po", asegura el presidente de Emilia-Romagna, Stefano Bonaccini.

En ese encuentro, la región del Piamonte va a pedir el máximo nivel de alerta, para "permitir al Gobierno intervenir con medios de protección civil o decidir sobre los usos del agua", ha dicho su consejero de Medio Ambiente a Rai News 24.

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