Ana Iglesias, que fue la albacea y amiga de Rocío Jurado, estuvo invitada a la grabación de la docuserie En el nombre de Rocío. Sin embargo, la profesional denegó la invitación por sus valores profesionales, aunque aprovechó para darle una carta a Rocío Carrasco en la que explicaba algunas de las cosas más relevantes que había vivido junto a la familia.

A excepción de un par de fragmentos de la misiva, Rocío Carrasco permitió que se leyera la carta entera en el programa. 

"No sé si lo que te voy a decir te servirá para confirmar cosas que tú ya sabes o si te servirá para que conozcas hechos de la vida de tu madre que no conoces y de los que yo formé parte. Cuando yo conocí a tu madre, ella trabajaba con buenos profesionales, en aquella época tu tío Amador era exclusivamente el director artístico", comenzó la carta.

Apuntó también que, mientras Pedro Carrasco era pareja de Rocío Jurado, el primero consiguió mantener a raya a Amador Mohedano, algo que cambió cuando se separaron. "Cuando se separaron, tu tío Amador desplazó a los demás profesionales y pasó a ocupar muchas de sus competencias para las que, en mi opinión, no tenía preparación", aseveró.

Después hizo énfasis en las cuestionables facturas que emitía Mohedano, algo sobre que no pocas personas han señalado: "Tu madre se dio cuenta de que los pagos llevaban recargos porque se tardaba en pagar", explicó.

Ana Iglesias también le ha mostrado a Rocío Carrasco su sorpresa cuando vio por primera vez el testamento de Rocío Jurado: "No es nada frecuente dejar tanto legado a hermanos, sobrinos y terceros cuando el testador tiene hijos, que son sus legítimos herederos".

"Amador no traga a Ana Iglesias porque sabe que ella le dijo a mi madre que la labor de mi tío no era buena para los intereses de mi madre, tanto a él como a Gloria lo que más les molestó es que mi madre nombrara a Ana como albacea", aseveró Carrasco.