El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam limitará el número de pasajeros que podrán utilizar el aeródromo en los meses de julio y agosto para evitar problemas mayores a los que ya se han estado registrando desde finales abril debido a la escasez de personal de seguridad, lo que supondrá la cancelación de cientos de vuelos este verano.

En julio se permitirá la salida diaria de un máximo de 67.500 viajeros y en agosto de 72.500 pasajeros, y el periodo más afectado será entre el 7 y 31 de julio, puesto que el aeropuerto calcula que tendrá que rechazar una media de 13.500 pasajeros por día, confirmó el presidente ejecutivo del grupo Schiphol, Dick Benschop.

"La demanda que esperamos este verano es superior a la capacidad que podemos obtener con todas las medidas tomadas antes (…) No es responsable entrar en el verano al azar. Somos responsables de la seguridad de nuestros pasajeros y empleados", señaló Benschop en declaraciones a la prensa.

"La demanda que esperamos este verano es superior a la capacidad que podemos obtener con todas las medidas tomadas antes"

Según cálculos de la directora de operaciones de Schiphol, Patricia Vitalis, se cancelarán de decenas a cientos de vuelos en los días más ocupados de julio, por lo que instó a las aerolíneas a que “despeguen de aeropuertos regionales, ahí todavía hay espacio”, en referencia a los aeródromos de Róterdam-La Haya, y el de Eindhoven.

La escasez de personal de seguridad y de maletas ha causado cancelaciones de vuelos en varios fines de semana desde finales de abril en Schiphol, el tercer aeropuerto más transitado por tráfico internacional de pasajeros.

Las aerolíneas y agencias de viajes son las responsables de reorganizar o cancelar permanentemente los vuelos afectados, y ya hay algunas compañías que están anunciando el traslado de salidas de vuelos a otros aeropuertos, la venta de menos billetes y la posible cancelación de reservas.

El jueves la organización que reúne a las agencias de viajes, ANVR, anunció que acudirá a los tribunales para obligar a Schiphol a compensar los daños causados por los vuelos cancelados en el pasado, puesto que hay temores a que las agencias afronten problemas financieros si son quienes deben compensar por los viajes afectados.

Los sindicatos y Schiphol han llegado a principios de junio a un acuerdo que incluye nuevas contrataciones y una bonificación durante el verano, para cancelar así las huelgas con las que amenazaban los empleados más afectados por la presión laboral, pero eso no ha resuelto la escasez de personal.