El museo defiende a Kim Kardashian: ella no dañó el vestido de Marilyn Monroe

Kim Kardashian, en la MET Gala 2022.
Kim Kardashian, en la MET Gala 2022.
Evan Agostini / GTRES
Kim Kardashian, en la MET Gala 2022.

Ha originado multitud de debates: la importancia de la conservación del patrimonio, que una prenda o un diseño también son bienes culturales, que el dinero, el poder o la ostentación no deben estar por encima del acervo histórico de un país... O, incluso, una comparativa entre la fama de Marilyn Monroe y Kim Kardashian. Todo por los daños visibles en el vestido de la primera que habría provocado la segunda llevándolo a la MET Gala 2022. Algo que, ahora, pone en entredicho el museo que se encarga de su preservación.

El museo Ripley's Believe It or Not, de Orlando, Florida, adquirió la prenda en 2016. Lo hizo pagando 4,8 millones de dólares a Scott Fortney, un coleccionista especializado en propiedades de la actriz del Hollywood clásico y dueño original, que fue quien dio la voz de alarma con las fotografías del antes y el después del diseño, destrozado tras el evento del pasado mayo, con rasgaduras en la tela y varios cristales y lentejuelas desaparecidos.

La polémica ha conseguido, de hecho, que el Consejo Internacional de Museos haya prohibido usar prendas con valor histórico a cualquier celebrity. Y sin embargo, un representante del Ripley's ha hablado con el portal TMZ para salir en defensa de la empresaria y asegurar que ella no ha tenido nada que ver con las roturas de la prenda, la cual fue cosida en su momento sobre el cuerpo de Marilyn.

"Un informe escrito sobre el estado del vestido a principios de 2017 afirma que hay varias costuras tirantes y desgastadas y que esto no debe sorprender dado lo delicado que es el material. Además, hay arrugas en la parte posterior debido a los enganches y ojetes, entre otras instancias de daño", ha asegurado el portavoz, que achaca los daños a los viajes que ha hecho el vestido para ser expuesto en otras partes del mundo y que tacha la fotografía de irrelevante al haber sido tomada por Fortney en 2016.

Asimismo, recuerdan desde la colección que Amanda Joiner, vicepresidenta de publicaciones y licencias de Ripley, acompañó en todo momento a Kimberly. "Desde la parte inferior de los escalones del Met, donde Kim se puso el vestido, hasta la parte superior donde lo devolvió, el vestido estaba en las mismas condiciones en que comenzó", fue su aportación.

A todo ello ha respondido el propio Fortney desde su cuenta The Marilyn Monroe Collection. Ha vuelto a subir ambas fotografías poniendo la fecha de cuando fueron tomadas cada una de ellas: la del 'antes' es una captura de pantalla de un vídeo grabado el 21 de abril que el propio museo Ripley's subió a su Instagram el 2 de mayo mientras que la del 'después' es una imagen sacada por el fotógrafo Chad Michael Morrisette el 12 de junio.

Fortney, en su crispación, ha escrito: "Si una imagen del vestido de 2016 es irrelevante, también lo tiene que ser un informe no acreditado sobre su estado de conservación de 2017. Estas imágenes se tomaron con 52 días de diferencia y hablan por sí solas".

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