Carmen Navarro: "La creación de las razas de perro por parte del hombre es cultura y lo que hace un criador serio y honesto es arte"

Carmen Navarro, primera jueza canina con acreditación all rounder en España.
Carmen Navarro, primera jueza canina con acreditación all rounder en España.
Ion Comunicación
Carmen Navarro, primera jueza canina con acreditación all rounder en España.

Dicen que los perros se parecen a sus dueños, aunque nuestra entrevista le da la vuelta a la ecuación. Carmen Navarro, que confiesa que comparte carácter con sus queridos samoyedos, es la primera mujer que consiguió en España acreditación para juzgar a todas las razas de perros y lleva décadas recorriendo exposiciones caninas como la que se celebrará en Madrid entre el 23 y el 26 de junio. De hecho, tras fotografiarse precisamente con un samoyedo, nos atiende en el patio central de IFEMA, recinto que acogerá dicha cita, el World Dog Show, en la capital española, para hablar sobre la labor de los jueces caninos y sobre el papel de este tipo de exposiciones. Ataviada con una blusa que deja clara su pasión por los animales, esta orgullosa defensora de la cinofilia española nos invita a descubrir de su mano el mundo del perro

¿Cómo se siente al ser la primera mujer que ha logrado en España la acreditación para juzgar a todas las razas?

Estoy orgullosa de haberlo conseguido porque no ha sido fácil, son más de veinte años de exámenes. Primero se empieza con la figura de comisario de ring, que es el ayudante del juez. Te tienes que examinar de todos los reglamentos que hay en la Real Sociedad Canina de España (RSCE) y en la Federación Cinófila Internacional (FCI). Tienen que pasar una serie de años de práctica y de ahí pasas a juez de concurso local, después a juez de concurso nacional y después a juez nacional. Normalmente te examinas primero de tus razas, de las que te gustan o las que has criado, y a partir de ahí, que a lo mejor ya han pasado ocho años, empiezas a cerrar grupos.

En el mundo del perro tenemos diez grupos. En el primero están los perros de pastor, que son los que trabajan con ganado y ovejas; en el segundo tenemos a los perros de guardia y de trabajo; después tenemos a los terriers en el tercer grupo; a los teckels en el cuarto; a los perros primitivos y tipo spitz en el quinto; a los de rastreo y de tipo sabueso en el sexto; a los bracos en el séptimo; a los spaniels y retrievers, que son perros de caza, en el octavo; todos los perros de compañía están en el noveno y en el décimo, los lebreles, que también son perros de caza. Cerrar cada grupo en los exámenes como juez conlleva mucho tiempo. También hay que hacer una serie de conferencias. Como a mí personalmente es algo que me gustaba y que me apasionaba, es el rumbo que me fijé y no paré hasta poder conseguirlo.

¿Qué presencia tienen las mujeres en el mundo de los jueces caninos en España?

Hoy en día ya hay más mujeres que son juezas y que juzgan en España y fuera de España, como es mi caso. Quizás hoy la mujer está mucho más presente en todos los ámbitos de la sociedad y, por tanto, también en el mundo del perro. La presencia de mujeres es ya algo normal.

La jueza canina Carmen Navarro en una exposición en Kuala Lumpur.
La jueza canina Carmen Navarro en una exposición en Kuala Lumpur.
Ion Comunicación

¿Qué dificultades entraña poder juzgar a todas las razas?

Es mucho conocimiento. El hombre creó cada raza para realizar una función y para trabajar. Realmente es una herramienta con la que compartes. A un perro no le puedes obligar a que cace o a que haga algo, pero sí puedes trabajar con el instinto que él tiene y que sea tu compañero. Entre los perros y el hombre ha habido desde el principio mucha comunicación por las emociones, por el olor... El hombre no puede crear una especie, pero sí una raza. Todas son diferentes, con lo cual la esencia de cada una se especifica en su estándar.

Aunque yo tengo varios libros escritos con la síntesis de cada raza, con lo que yo busco a la hora de juzgar, al llegar a la figura de juez all rounder y tener casi 400 razas distintas, siempre hay que hacer un repaso el día anterior. Es decir, cuando yo estoy en el hotel y tengo al día siguiente una exposición, por la noche normalmente hago un repaso de las razas que voy a juzgar. Es lo normal que debes hacer para poder tener después más frescas las tallas y otras mil cosas más que son importantes, aunque realmente después de casi treinta años como juez hay muchísimas cosas que tienes ya muy claras.

¿Existe una tendencia general a conseguir esa acreditación all rounder o es el suyo un caso excepcional?

No creo que yo sea una excepción, porque realmente a los jueces cuando empiezan los exámenes a todos les gustaría llegar al máximo, lo que pasa es que es un proceso largo. Al principio tienes que pasar catorce o dieciséis comisariados y dos años realizando el trabajo de comisario. Si no cumples esos requisitos, no te puedes examinar de lo siguiente y en cada paso que das tienes que pasar una serie de exposiciones. Hay muchos jueces que poco a poco terminan llegando donde he llegado yo, pero son muchos años. Yo ahora he cumplido ya 64 y soy all rounder desde 2015, o sea que han sido muchísimos años de trabajo y de estudio. Aunque empieces joven, terminas teniendo la acreditación con cierta edad... si no te cansas antes, te aburres o te dedicas a otra cosa. Si eres perseverante, llegas con cierta edad, es lo normal en España.

Carmen Navarro junto a un samoyedo en el patio central de IFEMA.
Carmen Navarro junto a un samoyedo en el patio central de IFEMA.
Isabel Fuentes

¿En qué se fija un juez al valorar a un perro?

La parte mental, el temperamento y el comportamiento del perro es lo primero que ves al acercarte a él. Hay que saber acercarse, claro. Después, cuando lo tocas, tienes que mirarle la boca y los testículos y luego analizarlo morfológicamente. A la hora de tocar al perro, ya ves su temperamento, el comportamiento que tiene. Cualquier perro que muestre cualquier señal de timidez o de agresividad está descalificado. Ahí hacemos la primera criba. Ese perro queda descalificado, no es válido para la crianza, no debe criar. 

El perro que ves que está mejor balanceado, tanto en estética como en movimiento, que tiene mejor carácter, que está más saludable, que no tiene ningún problema… ese es el que muestra características superiores y es mi ganador, desde mi criterio como juez. Ese es el perro que yo busco para que sea el ganador. ¿Por qué? Porque él va a reproducir después, lógicamente, con aquellas hembras que por lo mismo sean las mejores, de manera que la raza vaya siempre evolucionando a mejor, nunca a peor. Por eso es importante la figura del criador serio.

¿Se hacen trampas en este tipo de competiciones?

Después de tantos años en el mundo del perro, sí que te llegan a los oídos casos de gente que ha intentado hacer algún tipo de trampa… alguna persona que intenta cambiar un dorsal o cosas de este tipo. Por ejemplo, a mí me pasó una vez que fui a juzgar a un perro y noté que uno de los testículos no era el que de verdad tenía que ser, era como una canica, y tuve que descalificarlo. Me intentaron decir que tenía testiculitis, pero no. Llamé al comisario general y al veterinario de la exposición y lo certificaron. Son pequeñas anécdotas.

Como jueza internacional, ¿cómo ve la cinofilia española en comparación con otros países?

España tiene un nivel de criadores en todas las razas y en todos los grupos de una calidad excepcional a nivel mundial. Para mí es muy habitual ver perros de fuera, porque he juzgado por todo el mundo. He estado en Tailandia, en Japón, en Estados Unidos… ya conozco a muchos de los perros que compiten. Pero en esta Mundial de Madrid de lo que más orgullosa me siento es de la cinofilia española. Tenemos un nivel altísimo, maravilloso. Tenemos unas razas españolas que hay que mimar ante todo, porque son maravillosas, y unos criadores fantásticos. Hay que trabajar en eso. La cinofilia española puede competir en cualquier parte del mundo y quedar al más alto nivel porque de verdad que es fantástica.

"La cinofilia española puede competir en cualquier parte del mundo y quedar al más alto nivel"

Su especialidad son los perros nórdicos, ¿qué características tienen y cuál es su dueño ideal?

El samoyedo, que es mi raza, es un perro que se adapta a cualquier situación. Le encanta estar en el campo, salir, andar... es incansable, pero cuando llega a casa es un perro tranquilo que se tumba a tus pies y no te da absolutamente ningún problema. Adoran a los niños y son perros terapéuticos porque son fantásticos para niños con autismo y para personas mayores. A los perros que tienen esa titulación de terapéuticos, que yo tengo varios en sitios como Canadá o Brasil, los recoge una ambulancia por las mañanas y los lleva a hospitales donde están con niños, con personas con depresión, con personas mayores... ayudan incluso a morir a gente, simplemente están con ellos. Tienen un carácter maravilloso, a mí me apasionan, los adoro. Dicen que muchas veces el criador se refleja en su raza y la verdad es que yo me identifico muchísimo con el carácter que tiene el samoyedo en concreto.

Pero cualquier perro equilibrado, de la raza que sea, tiene sus características peculiares y son maravillosos. Yo he conocido razas a la hora de estudiar para los exámenes y me he enamorado directamente. Y luego los juzgas, los tocas, los conoces y dices “qué maravilla de raza, cuánto me aporta”. Lo importante realmente en las razas de perros es lo que te aportan por sus características. Un perro sin raza, que todos los que nos gustan los perros recogemos en casa siempre, no sabes por dónde va a salir, cuánto va a crecer o cómo va a ser.

Sin embargo, hay perros que tienen esas características que tú buscas para que te ayuden, para que te guíen, para que te apoyen si tienes una depresión o cualquier otro problema… y para que te avisen, ellos vienen y te avisan con el hocico si ven a una persona profundamente dormida, porque piensan que puede pasar algo. Todas esas cualidades que tiene cada raza en específico son importantísimas. Realmente tú te tienes que plantear “quiero un perro y mi carácter es este”, de manera que vas a buscar el animal idóneo para que vaya con tu carácter. Eso es lo ideal y es algo que no garantizas con un perro que no tiene raza, aunque todos los adoremos porque son perros igual.

Los perros nórdicos, concretamente los huskies, se pusieron de moda hace unos años.

Pasa con muchas razas. En este momento, la moda está con los chihuahuas, con los bulldogs franceses, con los border collie… va por épocas.

¿Qué riesgos conlleva para una raza que se ponga de moda?

Muchos riesgos, muchos. Es una pena. Yo cada vez que veo que una raza se pone de moda me echo a temblar, porque aparecen los pseudocriadores, que no van a exposiciones ni se gastan un duro. Cuando inscribes a un perro en una exposición, lo primero es pagar las inscripciones, la gasolina, el hotel, la comida... y, cuando llegas a podio, lo máximo que te llevas a casa es una copa que te puede costar quince euros en El Corte Inglés. Eso es lo que yo me llevo. Este tipo de gente, que comercializa y que hace cosas que no se deben hacer, son los que se benefician de las razas cuando se ponen de moda, flaco favor hacen a la raza. Ese es el mayor problema que tenemos, porque luego aparecen denuncias de animalistas sobre bienestar animal que realmente no tienen absolutamente nada que ver con nosotros.

Cada vez que veo que una raza se pone de moda me echo a temblar, porque aparecen los pseudocriadores

En Inglaterra, por ejemplo, el Kennel Club, que es como aquí la RSCE, es a donde se dirigen las personas que realmente quieren un perro en condiciones, porque ahí es donde estamos los criadores. La cantidad y la calidad están absolutamente reñidas, por lo que, cuando tú quieres un perro, tienes que ir a un sitio que te dé total y absoluta confianza de que lo que te vas a llevar a casa es un perro saludable que tiene las características que buscas. Vayas a exposiciones o no, el animal que viva contigo tiene que ser un perro equilibrado que lo disfrutes muchos años. Eso es lo ideal y lo que debe buscar la gente a la hora de tener un perro en casa. Por desgracia, cuando una raza se pone de moda, no es lo que encuentras.

Como criadora, ¿qué es lo que le motiva a participar en exposiciones como la que acogerá IFEMA en unos días?

Cuando adquirimos nuestro primer perro, fuimos a la primera exposición simplemente por ver y vimos que todo el mundo tocaba al perro y decía “qué bonito es”, “por qué no vienes”, “por qué no lo presentas”… y, de repente, ves el ring y dices “ah, pues el mío es más bonito que este”. Así, de la manera más tonta, porque para ti son como tus hijos, tus perros son los más guapos. De repente empiezas y se te mete el gusanillo, te gusta, entras en la competición… Hay varios deportes dentro del mundo del perro y son todos muy bonitos. Cuando entras en ese mundo, si te gusta, te apasiona y te divierte, es como el que descubre el esquí o la escalada, que le encanta y va los fines de semana, es un hobby.

Para usted, que conoce bien el panorama de certámenes, ¿qué tiene de especial la Exposición Mundial?

La Mundial tiene mucho de especial porque es un certamen que se hace a nivel mundial en un país y que no se hace todos los años. Aquí llevamos 30 años desde la última que se hizo en España y 39 desde la que se hizo en Madrid, porque la de 1992 fue en Valencia. El que aquí venga la crème de la crème de los perros de todos los continentes, incluida nuestra gran cinofilia con nuestras razas españolas, es una oportunidad para que todo aquel al que le guste realmente el mundo del perro pueda venir, ver y apreciar razas que probablemente no haya visto antes y para que se pueda enamorar de ellas, ¿por qué no? Es todo un descubrimiento, porque es una cultura que mucha gente desconoce, por eso a los que la conocemos nos encanta intentar exponerla y enseñarla y que la disfrutéis con nosotros.

Como gran conocedora del mundo canino, ¿qué opinión le merece la ley de protección animal que se está tramitando en el Congreso de los Diputados?

Creo que hay mucho desconocimiento con respecto al mundo del perro. El perro desciende de una familia concreta de lobos, del canis lupus familiaris, y realmente es una creación humana. La creación del hombre de las razas es cultura y lo que hace un criador serio y honesto, que cría poco y bueno en su casa familiar, es arte y es lo que se exhibe en una exposición. Si se supiera lo que realmente es el mundo del perro, creo que todos estaríamos de acuerdo. El bienestar animal es, por supuesto y ante todo, lo que todos queremos. Prácticamente todas las personas que hemos criado perros recogemos siempre o han llegado a nosotros perros sin raza, o sea que es que nos da igual. No es que seamos sectarios, para nada. Todos deberíamos luchar por el bienestar animal y por que no haya maltrato, pero dentro de una línea, de darle al perro su sitio. No hay que quitarlo de su lugar ni humanizarlo, ni hay que trasmitirle los defectos que tenemos los humanos.

El perro tal cual es amor incondicional. Está diseñado para darte todo el amor sin pedir nada a cambio, para estar a tu lado, para acompañarte, para ayudar a personas ciegas o con problemas físicos o psíquicos e incluso para auxiliar en situaciones como guerras o rescates. El perro es muy válido para muchas cosas. Hay que darle su sitio, su lugar, eso es el que debemos respetar. Creo que en eso estaríamos todos de acuerdo, pero quizás tendrían que oír un poquito más a los que vivimos en el mundo del perro, que no hemos aparecido tanto en los medios.

Se nos debería escuchar porque creo que estaríamos de acuerdo todos en ir a hacia el bienestar del perro, en que los criadores hagan su función y en que la persona que quieran tener un perro lo tenga en condiciones. Los perros de raza no tienen que estar reñidos con los que no lo son. Creo que simplemente hay que ponerlos en su posición. Las cosas, con cordura.

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