El estado de salud del presidente de Rusia, Vladimir Putin, es uno de los secretos mejor guardados en el Kremlin. Son insistentes los rumores acerca de que el autócrata ruso tiene una seria enfermedad y no dejan de surgir nuevas filtraciones al respecto.
La última, tal y como recoge The Sun, los médicos de Putin le habrían ordenado que no haga apariciones públicas largas, después de que esta semana, mientras hablaba con sus jefes militares por videoconferencia, se encontrara mal, con debilidad y mareos.
El diario británico cita como fuente al canal General SVR, en la aplicación de mensajería Telegram, que supuestamente está a cargo de un miembro del Kremlin que filtra información al exterior.
Al parecer, Putin tuvo que levantarse de la reunión cuando habían transcurrido 90 minutos de la misma, e inmediatamente después fue atendido por sus doctores.
El hermetismo sobre la salud de Putin es tal que cuando el presidente viaja al extranjero, la guardia personal del autócrata ruso llega a recoger las deposiciones de Putin y las almacena para llevarlas de nuevo a Rusia, con el fin de que nadie pueda analizar sus heces para encontrar rastros de alguna enfermedad.
Según el Mirror, actuaciones así se han llevado a cabo al menos cuando Vladimir Putin visitó Francia en mayo del año 2017, o Arabia Saudita, dos años después, en 2019.
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