Un vídeo difundido en redes sociales este fin de semana por un asesor del Gobierno ucraniano muestra a soldados tratando de apagar incendios en campos de cereales en Ucrania, supuestamente causados por las tropas invasoras rusas.

Uno de los principales problemas que está generando la guerra es la escasez masiva de alimentos y un bloqueo naval ruso que le impide exportar productos agrícolas lucrativos.

Apodada 'el granero de Europa', Ucrania tiene algunas de las tierras más fértiles del continente europeo y suministra alimentos a gran parte de Oriente Medio y África, cuyos países han mostrado ya su preocupación.

Las bombas incendiarias, prohibidas por un tratado de la ONU firmado por Rusia, Ucrania y otros 123 países, han sido utilizadas repetidamente por las fuerzas de Putin desde que comenzó su invasión el 24 de febrero.

La Convención sobre Ciertas Armas Convencionales prohíbe el uso de tipos específicos de armas que se considera que causan sufrimientos innecesarios o injustificables a los combatientes o que afectan indiscriminadamente a los civiles. El contenido inflamable de las bombas arde a 2.200 °C y provoca incendios que son difíciles de apagar.

El secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, dijo esta semana que hay 20 millones de toneladas de grano en silos cerrados fuera del puerto de Odesa, en el Mar Negro, y hay más esperando en los barcos que no pueden salir de este puerto estratégico clave.

"El presidente Putin está impidiendo que se envíen alimentos y utilizando agresivamente su máquina de propaganda para desviar o distorsionar la responsabilidad, porque espera que el mundo ceda ante él y ponga fin a las sanciones. En otras palabras, en pocas palabras, es un chantaje", dijo.