Javier Jiménez-Ugarte, exembajador español en Argelia: "Moncloa puede haber tomado decisiones no compartidas por Exteriores"

Javier Jiménez-Ugarte, durante un coloquio en el Colegio de Abogados de Madrid.
Javier Jiménez-Ugarte, durante un coloquio en el Colegio de Abogados de Madrid.
Colegio de Abogados de Madrid
Javier Jiménez-Ugarte, durante un coloquio en el Colegio de Abogados de Madrid.

Javier Jiménez-Ugarte (Madrid, 1947) es uno de los diplomáticos españoles que mejor puede explicar la actual relación entre España y el Magreb. Fue embajador en Argelia y cónsul en varias ciudades marroquíes, atesora 45 años de actividad diplomática y actualmente es consejero de Mediación y Arbitraje en el Despacho Lupicinio International Law Firm. Formó parte además de la Representación Permanente de España ante la OTAN en los ochenta. El diplomático explica a 20minutos las claves de la crisis entre el Gobierno español y el argelino, tras la decisión de Argel de suspender el Tratado de Amistad y Cooperación con España

¿Cómo hemos acabado en esta situación tan problemática con Argelia?La decisión de Pedro Sánchez de traer a un hospital español al dirigente militar más importante del movimiento saharaui [Brahim Ghali] ha traído estas consecuencias fatídicas. Y también el cambio de postura respecto al Sáhara.

Es muy bueno tener a Argelia como amiga, pero tenerla como enemiga es muy difícil.

Argelia asegura que no se le comunicó el cambio de postura respecto al Sáhara Occidental.Me cuesta creer que no se comunicara y haya sido un error táctico. Es verdad que ahora la participación de Moncloa es mucho más dominante en este tipo de asuntos. En mi época no ocurría, pero puede que se hayan tomado decisiones no compartidas por Exteriores. Yo confío en que se hiciese todo lo posible por disminuir la tensión que, obviamente, iba a producir el cambio de postura. Es muy bueno tener a Argelia como amiga, pero tenerla como enemiga es muy difícil.

Lo sabe usted de primera mano por sus años como embajador.Ya en su momento nos hizo la vida imposible con el tema del MPAIAC (Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario) o con ETA, acogiendo a terroristas y permitiendo que mantuvieran sus actividades. Veremos qué pasa, pero la suspensión del tratado de amistad con Argelia podría afectarnos.

¿Cómo eran las relaciones con Argelia por entonces?Fui embajador en Argel en una etapa muy dura, entre 1994 y 1997, cuando Argelia inició una etapa de lucha contra el yihadismo. El integrismo empezaba a asesinar a extranjeros y el Gobierno argelino, que tiene una fuerte vinculación con el Ejército, gobernaba un país en constante conflicto. Fue muy duro, pero aun así las relaciones entre ambos países eran incluso mejores que ahora. España tenía más presencia, importancia e influencia en el Magreb en los noventa. Antes, cualquier crisis se trataba a nivel de embajadores y desgraciadamente eso ya no sucede. Ahora se trata a nivel de presidentes por lo que las crisis escalan más. 

¿Considera entonces que puede empeorar esta crisis con Argelia? Existe la posibilidad de que Argelia y España choquen en un conflicto jurídico y se lancen a una batalla legal. 

De momento parece que Argelia ha negado haber cancelado el comercio con España tras la intervención de la UE.Es que lo que ha hecho Argelia (la suspensión del tratado) es muy poco frecuente, veremos si finalmente las operaciones comerciales se vetan. España asegura que hay cláusulas en los tratados de amistad de la UE con Argelia que se están violando. Por otro lado, Argelia tratará de defender su posición porque considera que lo que ha hecho España con el Sáhara no es ético. Estamos ante un panorama nada beneficioso para España. 

¿Y para Argel?Tampoco para Argelia, claro, pero muy poco para España. Estos procesos son muy largos, costosos y frenan la economía.

Existe la posibilidad de que Argelia y España choquen en un conflicto jurídico y se lancen a una batalla legal

España afirma que el suministro del gas está asegurado. ¿Cree que podríamos ver un escenario donde se corte el grifo?Hasta ahora el Gobierno argelino ha dicho que los contratos de gas los va a respetar. Eso sí, la letra pequeña apunta que respetar no quiere decir que no se toquen los precios. Argelia ha dado a entender que pueden haber nuevas medidas. Podríamos encontramos con una subida fuerte del precio del gas argelino. 

¿Ve probable que usen la tensión migratoria como medida de presión?Esta semana ya han llegado varias pateras. Históricamente Argelia no ha sido tan propensa a la inmigración ilegal como Marruecos, pero eso no significa que no pueda pasar ahora. Si Argelia juega esa baza las pérdidas para España se duplicarán. Pensamos que íbamos a resolver la inmigración ilegal marroquí con unas buenas relaciones con Marruecos, pero si se resuelven con Marruecos y empiezan a llegar desde Argelia… el coste que podríamos pagar es altísimo.

Usted formó parte en los años ochenta de la Representación Permanente de España ante la OTAN. ¿Qué espera de la cumbre de Madrid en junio?Es una cumbre importantísima. La OTAN renueva cada diez años su estrategia y toca hacerlo en España. Se actualizarán los futuros riesgos y amenazas de la alianza, lo que cobra especial relevancia ahora por la guerra en Ucrania. Asistí hace años a una cumbre, cuando trabajé en el ministerio de Defensa, y le aseguró que son reuniones trascendentales. Es un desafío enorme para España. El concepto estratégico que se apruebe y todo lo que salga de esa cumbre tendrá el sobrenombre de Madrid.

¿Cómo ve el futuro de la Alianza?La historia sorprende siempre. Hace no tanto tiempo Macron y Trump no dudaban en decir públicamente que eran escépticos con la OTAN y que sentían que la organización no era necesaria. El propio Macron llegó a decir que estaba en parálisis cerebral. Los hechos han demostrado que no era cierto. La invasión de Putin a Ucrania ha revolucionado todo y la OTAN se ha convertido en protagonista. 

Incluso parece que ganará nuevos miembros.Yo fui embajador en Suecia y recuerdo que eran neutrales. Los suecos no querían entrar en la organización porque complicaría más los vestigios de la Guerra Fría. Ahora todo ha cambiado y países como Suecia y Finlandia han decidido acercarse a la OTAN. Es una especie de renacer o resurgir de la alianza.

Erdogan ha dicho que no aceptará la adhesión de Finlandia y Suecia. ¿Cree que rectificará?Es muy difícil que mantenga el veto. Turquía ya tuvo problemas con otro miembro de la alianza como Grecia, y sin embargo nunca pasó nada y siguen los dos dentro. No creo que se quiera convertir en protagonista vetando a dos países súper democráticos como Suecia o Finlandia.

¿Qué está intentando ganar a cambio, entonces?Turquía lucha por ser un Estado hegemónico. Es un país que tanto en población como a nivel financiero e ideológico es muy importante. No quieren ser un mero observador, quieren ser protagonistas de este debate. Probablemente busque mediar para evitar un mayor alejamiento entre la OTAN y los países cercanos a Rusia, pero terminará quitando el veto. Con la situación geopolítica actual, no está Turquía como para quedar aislada.

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