Casi la mitad de los trabajadores cree que las empresas apoyan poco o nada a los enfermos de cáncer

  • Una de cada 10 personas cambió de tipo de trabajo ya sea dentro o fuera de la propia empresa tras curarse.
La IA usa registros de pacientes con cáncer de pulmón en España para sus resultados.
La IA usa registros de pacientes con cáncer de pulmón en España para sus resultados.
iStock vía Getty Images
La IA usa registros de pacientes con cáncer de pulmón en España para sus resultados.

Un 47% del millar de personas trabajadoras en activo que han participado en el primer Baròmetre sobre Càncer i Treball a Catalunya, un sondeo pionero a nivel catalán (que nace con la intención de ser bianual) que analiza el impacto que la enfermedad tiene para el paciente, sus compañeros de trabajo y para la propia organización, impulsado por la Federació Catalana d'Entitats contra el Càncer (FECEC) y realizado por la agencia de sociología GAPS, consideran que las compañías dan "poco o casi ningún apoyo" a las personas enfermas de cáncer. 

Los preguntados mediante encuestas 'online' durante la primera quincena del pasado mes de febrero fueron personas en edad laboral que han pasado o no necesariamente la dolencia. Un 12% de los participantes en el barómetro tienen o han tenido cáncer y un 56% han compartido trabajo con una persona con esta enfermedad.  

Entre los enfermos o expacientes de cáncer que han formado parte de la encuesta, un 61% afirman que el trabajo es uno de los principales aspectos que "da sentido" a su vida, mientras que entre los empleados que no han sufrido la enfermedad, esta percepción es del 53%. Oriol Molas, director de GAPS, ha explicado este jueves desde el Col·legi de Periodistes de Catalunya que entre los diagnosticados de cáncer, el trabajo es un aspecto de más trascendencia por lo que supone de "retorno a la normalidad y a la estabilidad económica" cuando regresan a su puesto una vez superado el tratamiento. 

Tras superar el cáncer, un 88% de los preguntados afirman que se reincorporaron a su puesto igual que antes del diagnóstico médico, aunque con pequeñas modificaciones de horario o de combinación de trabajo presencial o telemático en dos de cada tres entrevistados. En cambio, una de cada 10 personas tuvo que cambiar de tipo de trabajo ya sea dentro o fuera de la propia empresa. 

Además, el estigma que rodea a la enfermedad sigue estando presente en el entorno laboral, a pesar de que los índices de supervivencia han mejorado mucho en las dos últimas décadas, lo que comporta que muchos enfermos pasen a ser crónicos en plena edad laboral. 

Lo demuestran los datos arrojados por este barómetro pionero, ha indicado Molas, concretamente, que uno de cada seis trabajadores afectados "no lo han comunicado ni a la empresa ni a sus compañeros". Y ello, a pesar de que la reacción de las organizaciones al ser informadas del diagnóstico es "mayoritariamente positiva", ha añadido, y con "voluntad de ayuda", mientras que entre los compañeros se da más un "apoyo emocional". 

Un 40% de los encuestados están convencidos de que las personas que han padecido cáncer "no tienen las mismas posibilidades laborales" una vez superado el tratamiento, según los resultados de este barómetro pionero

Únicamente el 27% de los empleados que deciden informar a su compañía, lo que no están obligados a hacer, es decir, han notado actitudes de "distanciamiento, dificultad o incomodidad" entre sus jefes y compañeros.

Quizás por eso, seis de cada 10 personas (60%) reclaman a las empresas que cuenten con un Plan de Apoyo para los empleados afectados por el cáncer y tres de cada cuatro, el 76%, exigen que haya una mayor divulgación de lo que supone pasar por esta enfermedad dentro del entorno de trabajo así como una mayor implicación en la formación para tratar estas casuísticas a nivel empresarial. 

Y es que, hasta un 40% de los encuestados están convencidos de que las personas que han padecido cáncer "no tienen las mismas posibilidades laborales" una vez superado el tratamiento. 

Clara Rosàs, gerente de la FECEC, ha puesto como ejemplo algunos casos personales de entrevistados en la encuesta, que dan muestra de las "diferentes experiencias sobre la enfermedad en el entorno laboral". En el caso de Loli y de Neus, ambas "quisieron seguir trabajando mientras estaban en tratamiento" y pudieron reincorporarse al 100% a sus puestos "con adaptaciones a sus circunstancias médicas". En cambio, José Antonio tuvo "dificultades" para adaptarse nuevamente a su puesto de trabajo y Vicky fue directamente "despedida". Rosàs ha puesto de manifiesto que la empresa ha de estar preparada "antes, durante y después de la enfermedad del trabajador".

La organización ha de estar preparada antes, durante y después de la enfermedad  del trabajador" (Clara Rosàs, gerente de la Federació Catalana d'Entitats contra el Càncer, FECEC)

Incorporar el retorno paulatino a los convenios colectivos 

Esta mejor adaptación de la respuesta de la empresa a un caso de cáncer en el seno de la organización pasaría por cambios legislativos, concluye este primer barómetro, tanto en el Estatuto de los Trabajadores como vía colaboración con sindicatos para que estos propongan actuaciones reflejadas en los convenios colectivos de las empresas. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales no prohíbe el retorno progresivo del trabajador a su puesto en casos determinados y con límites. Los elementos o propuestas más concretas se pueden abordar desde la negociación colectiva. 

Desde las patronales, caso de Foment del Treball, creen que la principal dificultad para la reincorporación progresiva al trabajo de una persona que ha sido tratada médicamente por un cáncer se encuentra "en el sistema de altas y bajas, que solo permite estar al 100% en una situación o en la otra". Y que el mayor esfuerzo de adaptación y concienciación se tendrá que hacer entre los autónomos y las empresas más pequeñas, teniendo en cuenta que el 99,7% del tejido empresarial catalán lo conforman pymes (empresas con menos de 250 empleados). 

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