Identifican casi 50 años después el cadáver de una niña atado a un árbol

Susan Poole, de 15 años, asesinada en 1974.
Susan Poole, de 15 años, asesinada en 1974.
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Susan Poole, de 15 años, asesinada en 1974.

En 1974, la Policía de Florida encontró el cadáver de una joven amarrado a un árbol en la zona de Burnt Bridges, un caso muy mediático que dejó más preguntas que respuestas: ¿quién era la joven?, ¿qué había pasado?, ¿quién era el culpable? Casi medio siglo después, la tecnología ha dado respuesta a una de esas cuestiones: este jueves, la policía ha dado con la identidad de la adolescente, según informan medios locales.

Se trata de Susan Poole, que en aquel entonces tenía 15 años y cuya desaparición fue denunciada un año y medio antes por su familia. Ahora, desde el departamento de policía se busca a su madre, si es que aún sigue con vida, para comunicarle el hallazgo, y a otras tres amigas de la víctima, que puedan aportar datos al respecto.

La desaparición de Susan Poole

En la navidad de 1972, Susan Poole abandonó el instituto y también se fue de la casa donde vivía con sus padres y hermanos. Su familia denunció la desaparición poco después. Ahora, nuevos datos apuntan que la joven había estado viviendo entre una casa familiar situada en una zona cerca de Fort Lauderdale y la casa de un amigo. William Springer, detective del condado de Miami y portavoz de la noticia sobre el hallazgo, ha destacado que "nadie sabía adónde fue" Susan cuando desapareció, señalando que su ropa y su cartera se quedaron en el apartamento de una amiga.

Un año y medio después, en junio de 1974, agentes de la policía hallaron restos humanos en un lugar del condado de Palm Beach tras recibir un aviso. "Estaba atada en los manglares con alambre a un árbol", dijo Springer. "Era restos óseos, no quedaba nada de ella excepto huesos".

Al no disponer de la tecnología necesaria para identificar los restos de ADN, el caso rápidamente se archivó. Sin embargo, en 2015 se volvió a abrir para analizar los restos obtenidos, que se enviaron a una base de datos de personas desaparecidas, y así determinar la identidad del cuerpo. Los investigadores, sin embargo, fracasaron y no resolvieron el enigma.

Así, el caso parecía estancarse de nuevo, hasta que el pasado diciembre, el laboratorio forense de Othram, con sede en Texas y una tecnología mucho más avanzada que hace cincuenta años, se puso en contacto con el departamento del alguacil del condado para ayudar a resolver el suceso. En marzo, la empresa proporcionó los nombres de la madre y los hermanos de la víctima, una aportación que coincidió con el ADN de Susan.

Buscando al culpable

Aunque en la actualidad se ha dado respuesta a una de las preguntas, todavía quedan incógnitas sin resolver. ¿Quién lo hizo? ¿Qué pasó exactamente en 1974? El hallazgo en torno al asesinato de la joven ha traído de vuelta a Gerard Schaefer, uno de los asesinos en serie más activos de Estados Unidos. Desde la investigación, se cree que el crimen de Susan Poole podría estar relacionado con este expolicia y homicida, que durante 1969 y 1973 asesinó y mutiló al menos a nueve mujeres en Florida y que cuenta con más de una veintena de asesinatos de jóvenes y niñas. Conocido como "El Carnicero de Blind Creek", Schaefer murió el 3 de diciembre de 1995, después de que su compañero de celda le corto la garganta y le asesto 42 puñaladas.

Ahora William Springer está buscando las evidencias que conecten a Poole con Schaefer. Este homicida había sido oficial de policía en Wilton Manors, un suburbio de Fort Lauderdale, y era un oficial de la oficina del alguacil del condado de Martin en el momento en que la joven desapareció. 

Schaefer fue declarado culpable de asesinar a otras dos niñas, de 16 y 17 años, que vivían cerca de Fort Lauderdale. Sus restos mutilados y decapitados fueron encontrados en abril de 1973 en el condado de Martin. Debido a un fallo de la Corte Suprema de EE. UU, Florida no tenía pena de muerte a principios de la década de 1970 y Schaefer fue sentenciado a cadena perpetua.

La forma en que fue hallado el cadaver de Susan Poole recuerda a la manera de actuar del asesino en serie, una forma similar a la que encontraron a las jóvenes asesinadas en 1973. Robert Stone, quien procesó a Schaefer, lo llamó una vez, "la persona más desviada sexualmente que jamás haya visto. Hizo que Ted Bundy pareciera un Boy Scout".

Con estos datos sobre la mesa, los investigadores esperan hablar con varios amigos que vivían cerca de Poole cuando desapareció y que posiblemente podrían completar algunos espacios en blanco. 

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