Ajuntament y Generalitat crean una mesa de trabajo para regular los cruceros de Barcelona

  • En la comisión mixta hubo tres posturas: limitación, impuestos y búsqueda de la calidad de estas visitas
Ada Colau, Laura Vilagrà y Jaume Collboni a la salida de la Comisión Mixta
Ada Colau, Laura Vilagrà y Jaume Collboni a la salida de la Comisión Mixta
ACN
Ada Colau, Laura Vilagrà y Jaume Collboni a la salida de la Comisión Mixta

La Generalitat y el Ajuntament de Barcelona, en el  marco de la Comisión Mixta entre las dos administraciones que se ha celebrado hoy, ha acordado crear una mesa de trabajo para estudiar la regulación de cruceros para reducir  su impacto ambiental y en la movilidad de la ciudad. A esta nueva iniciativa se invitará también a la autoridad portuaria y a representantes del Estado, ya que conserva muchas de las competencias en esta actividad.

La reunión de la Comisión Mixta había estado precedida por el envío de una carta al presidente del Gobierno, al del Port de Barcelona, y la ministra de Transportes por parte de la alcaldesa Ada Colau pidiendo estudiar cómo regular la llegada de cruceros a Barcelona.

En la rueda de prensa posterior a la Comisión Mixta, la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha admitido que hay "preocupación por el impacto ambiental de los cruceros". Vilagrà ha puesto en valor los efectos positivos del turismo, pero al mismo tiempo ha señalado que "también hay consecuencias negativas".

La representante de la Generalitat en la Comisión Mixta se ha mostrado más partidaria de establecer "impuestos"  a la actividad que de limitar el número de cruceros que llegan a Barcelona. La consellera ha indicado que la recaudación de esta tasa se destinaría a la mejora medioambiental de la ciudad.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reseñado que la actividad de cruceros "no está regulada ni tiene límites". También ha advertido de que "no hay retorno cuando el impacto es muy grande, sobre todo en el aspecto de la movilidad en el centro, en  Ciutat Vella". En este sentido, Colau se ha quejado sobre todo de la actividad de los cruceros que tan solo están cuatro horas en la ciudad. Afirmó que son "un 40% del total"

Colau ha propuesto "establecer algunos limites", y ha recordado que algo parecido ya se hizo con los apartamentos turísticos, para concluir que "en toda actividad tiene que haber liderazgo público".

Finalmente, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, se ha inclinado más por buscar la calidad en esa regulación. Concretamente, Collboni ha indicado que Barcelona "sea puerto base y no escala", es decir, que los cruceros pasen más tiempo en la ciudad. En este sentido, ha manifestado que "se está trabajando con el puerto y con las navieras para mejorar la calidad de las visitas".

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