La posesión de 15.743 cartuchos lleva a un exmilitar a juicio: "No cometí delito, solo tengo pasión y afición por las armas"

Imagen de archivo de la entrada de los Juzgados de Plaza de Castilla en Madrid.
Imagen de archivo de la entrada de los Juzgados de Plaza de Castilla en Madrid.
Marta Fernández/Europa Press
Imagen de archivo de la entrada de los Juzgados de Plaza de Castilla en Madrid.

La tenencia ilícita de armas está prohibida en España por el artículo 563 del Código Penal; pero la posesión de 15.743 cartuchos, dos granadas y abundante material para la rehabilitación de fusiles o pistolas no solo está penada sino que puede acarrear hasta 8 años de cárcel.

Este es el caso de un militar retirado que en 2012 tras un registro en su domicilio se descubrieron todas las armas mencionadas, además de 4.000 euros y 2.800 dólares. 

La Fiscalía pide ocho años de cárcel por tráfico de armas de guerra, fabricación ilícita de armas de guerra y depósito de armas y municiones de guerra, al considerar probado que compró en Estados Unidos y otros países un elevado número de ese armamento para rehabilitarlo y venderlo ilegalmente.

El exmilitar de Infantería, Juan M.S.Q, ha negado que no hizo compraventa ilegal ya que tenía armamento en casa pero con todas las licencias. Además, ha declarado que "su pasión y su trabajo son las armas" y de hecho sufrió un trastorno adaptativo al ser jubilado.

En 2019 ya fue juzgado por los mismo hechos, pero el Supremo entendió que la Sala que le juzgó vulneró su derecho a la última palabra y ordenó repetir el juicio.

Al declarar en el juicio este miércoles el procesado ha dicho que parte del arsenal hallado en su casa no era suyo, que no compraba armas por internet y un amigo americano, marine, nunca le envió piezas por correo. Tampoco las vendía fuera de lo legalmente establecido.

Sí ha reconocido que su "pasión y afición" son las armas, por lo que llegó a tener hasta cincuenta, pero "siempre bajo control administrativo".

No tenía intención de usar lo que había en mi casa con fines delictivos, ni para hacer daño a personas físicas ni edificios

"He estado 35 años en el Ejército, es mi pasión mi vida... y soy coleccionista de armas, son mi pasión también", ha dicho Juan M. S. Q. Además, el hombre ha recalcado que sufrió un trastorno adaptativo mixto tras ser jubilado en las Fuerzas Armadas en 2016. Ahora tiene reconocida una discapacidad del 33 % y sigue en tratamiento psiquiátrico.

Ha confirmado que tuvo relación con un ciudadano americano y otro belga, tras ir a esos países a entrenarse militarmente con el fin "de ser el mejor preparado de todos" en las misiones que hacía en el extranjero, en países como Afganistán o Líbano"No tenía intención de usar lo que había en mi casa con fines delictivos, ni para hacer daño a personas físicas ni edificios".

Compra de armas ilegal

Un guardia civil experto ha relatado como sospecharon que un ciudadano americano envió en varias ocasiones piezas de armamento al encausado, que luego se encontraron en su vivienda. Además constataron compras suyas en una armería belga que era "un foco de ilegalidades".

El experto ha explicado que en la casa del procesado había numeroso armamento y munición, con una habitación habilitada como taller clandestino para ensamblar en el que tenía una prensa hidráulica de cinco toneladas.

He estado 35 años en el Ejército, es mi pasión mi vida... y soy coleccionista de armas, son mi pasión 

También encontraron una tarjeta de visita con el nombre del encausado, su teléfono y correo electrónico, que se presentaba como experto en armas y comerciante de piezas, y una contabilidad casera sobre lo comprado y vendido.

Dos miembros del Tédax han explicado que en la vivienda del procesado había dos granadas de mano, una solo para instrucción pero otra real. La Fiscalía ha señalado al acusado como parte de una organización criminal, mientras su defensa ha pedido la absolución dado que todos eran armas inutilizadas o piezas de armas que no se deben considerarse armamento de guerra.

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