El 47% de los sintecho de Barcelona llevan más de dos años viviendo en las calles de la ciudad. Así lo ha confirmado la Fundació Arrels gracias al informe “Viure al carrer de Barcelona'', basado en las encuestas que se realizaron la noche del 10 de junio del año pasado para conocer las problemáticas con las que conviven las personas que se encuentran en esta situación.

“Más de 500 voluntarios encuestaron casi 300 sintecho y se contabilizaron 1.064 personas que estaban durmiendo a la intemperie, cifra que sumamos a las otras que disponen de la gente que está alojada en recursos públicos y privados y la que estaban en asentamientos”, ha explicado la responsable del equipo jurídico d’Arrels, Bea Fernández.

En este sentido, el 30% de las personas que duermen en la calle han nacido en el estado español, mientras que 7 de cada 10 son de origen extranjero, tanto si tienen una situación judicial regular o irregular.

Sin embargo, destaca que el 91% del total son hombres de una edad media de 43 años, por el 7% que representa las mujeres. “Esto es un problema porque la mayoría de recursos públicos está muy masculinizados y no tienen en cuenta a las mujeres”.

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Situación de Vulnerabilidad

Otros datos que reflejan la gravedad de esta realidad, son que el 73% de los encuestados no tienen ningún tipo de ingreso económico, el 36% de los jóvenes que participaron en el informe afirman haber vivido en centros de acogida o que el 57% de la población total manifiesta no tener tarjeta sanitaria. 

“El ítem de la salud afecta directamente a las posibilidades de estas personas de conseguir un alojamiento, pues el 16% no han podido acceder o mantenerlo”, confiesa Bea Fernández, que a la vez ha asegurado que la pandemia ha cronificado su estancia y uno de los motivos principales del empeoramiento de calidad de vida.

Además, el 46% de la totalidad de los encuestados han sufrido humillaciones, agresiones o discriminaciones en la vía pública, que van desde situaciones que han acabado con un daño físico para el sintecho hasta no poder acceder al transporte público o centros comerciales. 

La Fundación denuncia que en el último año ha aumentado la violencia, ya que hay una “sensación generalizada de impunidad en la ciudad de Barcelona”, relatan.

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Propuestas de la Fundación Arrels

Con este contexto, Arrels manifiesta la necesidad de abrir, a corto plazo, pequeños espacios para que las personas accedan a servicios básicos y puedan pasar la noche protegidas. También, consideran indispensable, la creación de equipos profesionales de salud orgánica para atender a personas directamente en la calle y así ayudarlos en su recuperación.

Exigen a medio y largo plazo, habilitar mecanismos de prevención para que nadie pierda su hogar y agilizar los trámites y burocracia para obtener la documentación básica y la tarjeta sanitaria. Finalmente, piden una renovación de la ordenanza municipal que no criminalice en su redactado a las personas que viven en la calle.