La guerra educativa entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central no ha hecho más que comenzar. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este martes que su Ejecutivo regional revisará de "forma pormenorizada y urgente" el contenido de los nuevos libros de texto para el próximo curso 2022/23 a través de un plan especial que llevará a cabo el Servicio de Inspección Educativa autonómico. Su objetivo, ha explicado Ayuso, es evitar "el adoctrinamiento" en las aulas a través de este material escolar, tal y como se detalla en los borradores tras la entrada en vigor de la ley educativa estatal Lomloe, conocida como la Ley Celaá, por la anterior ministra de Educación. 

Además, el consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha enviado tres cartas en la tarde de este martes: una a la ministra de Educación, Pilar Alegría, para solicitar una reunión de la Conferencia Sectorial de Educación que garantice la "neutralidad de los libros de texto"; otra a la Asociación Nacional de Editores de libros y material de Enseñanza (Anele), en la que le solicita un encuentro para tratar los contenidos de los currículos y los libros; y otra al presidente del Comité Europeo de las Regiones, Kyriakos Tsirimiagos, para trasladarles la preocupación por "las políticas educativas del Gobierno de España, que están poniendo en grave riesgo la neutralidad en las aulas".

"Pretenden cambiar el mundo de Sofía por el mundo de Sánchez a través de la educación. Vamos a trabajar para acabar con el entrenamiento que pretende el Ministerio de Educación hacia todos los niños, especialmente como hemos visto en estos días, con los libros de texto", ha señalado la mandataria desde Jerez de la Frontera donde se encuentra para apoyar al PP en la precampaña andaluza, y donde ha avanzado que también pedirá amparo a las instituciones europeas.

Esta es otro batalla más que inicia la 'popular' contra el Gobierno de Pedro Sánchez, donde hace apenas dos semanas, anunció que eliminará una treintena de conceptos de la asignatura de Historia de Bachillerato por su "carga ideológica" al tiempo que se opuso frontalmente al nuevo anteproyecto de ley del Ejecutivo sobre la educación pública universitaria.

Madrid esquivará la 'Ley Celaá': pondrá su criterios para que los alumnos de ESO y Bachillerato con suspensos pasen de curso

Ayuso ha indicado que ordenará a la Inspección educativa que solicite la retirada de todos aquellos libros "que contengan material sectario". La supervisión de estos y otros materiales curriculares es competencia de las administraciones educativas y la Administración debe velar por el respeto a los principios y valores contenidos en la Constitución y lo dispuesto en la ley, han asegurado desde el Gobierno regional.

La Comunidad de Madrid entiende que "los libros de texto deben adaptarse al rigor científico, ser adecuados a las edades de los alumnos y al currículo". Por ello, han indicado que en el supuesto de que se "observe falta de adecuación a lo establecido en la Ley", se solicitará formalmente aclaraciones o rectificaciones a los responsables editoriales, "sin perjuicio de otras responsabilidades que pudieran incurrir", han afirmado.

Retrasar la entrada de los currículos

Del mismo modo, el Ejecutivo autonómico va a solicitar de manera formal al Ministerio de Educación y Formación Profesional una reunión urgente de la Conferencia sectorial de Educación "ante la alarma social generada al conocerse los borradores de los libros de texto que estarán en las aulas a partir del próximo curso".

En esta solicitud, las autoridades educativas madrileñas pedirán, una vez más, el retraso de la entrada en vigor de los currículos educativos. En este sentido, han criticado que el Gobierno de Pedro Sánchez haya tardado más de un año en aprobar la parte que le corresponde de los currículos, el 60%, dejando escaso margen de tiempo a las comunidades autónomas para completar la suya, el 40%.

Además, Ayuso también ha indicado que solicitarán amparo a las autoridades europeas por el "menoscabo" que supondrá esta situación para los alumnos y pedirá una reunión a los representantes de la Asociación Nacional de Editores de libros y material de Enseñanza (ANELE) para abordar diversas cuestiones sobre la edición e impresión de libros.

"Está en su derecho"

Desde el Ministerio de Educación señalaron ayer que la Comunidad de Madrid está "en su perfecto derecho" de solicitar que la inspección educativa haga una revisión de los libros de texto y recordó que la normativa que los regula es autonómica, por lo que, de detectar algún incumplimiento, tendría que ser el propio Gobierno madrileño el encargado de actuar después.

Según fuentes ministeriales, tendría que ser el propio Ejecutivo de Ayuso el que tomara una decisión en el caso de encontrar cualquier error o falta en los libros de texto, a través de dos vías: una orden de retirada del propio consejero de Educación o a través de un recurso al Contencioso-Administrativo.

Por otro lado, desde el Departamento que dirige Pilar Alegría recordaron que la selección de los libros de texto la realizan los propios docentes en Primaria y los distintos Departamentos de cada centro educativo en la Secundaria y el Bachillerato. Por este motivo, subrayan desde el Ministerio, no se puede limitar la capacidad de decisión del profesorado porque está amparado por la libertad de cátedra, que está recogida por la Constitución.

Precisamente, el lunes la ministra de Educación aseguró que en los libros de texto que se impartirán a partir del próximo mes de septiembre y que recogen los nuevos currículos puestos en marcha no existe adoctrinamiento alguno y pidió "seriedad" ante las críticas. "¿Se creen que la ministra de Educación o los distintos consejeros de Educación llamamos a los profesores y les decimos: adoctrinen ustedes a los estudiantes?", preguntó la responsable educativa, de forma retórica.

Ejemplos de "adoctrinamiento"

Aunque las editoriales aún no han publicado los libros de texto para este año, según ha publicado 'El Mundo', estos parecen censurar a los filósofos por su "machismo". "Las almas son, en origen, masculinas. Las que viven de forma indigna se reencarnan como mujeres y, si vuelven a fallar, renacerán como animales", esta es una frase de Platón que aparece en el libro de Filosofía de primero de Bachillerato de la editorial Diálogo como muestra de cómo los filósofos se han pasado 20 siglos "difamando el intelecto femenino".

Otro de los ejemplos que detalla este diario se encuentra en la editorial Oxford, que hace referencia a una "larga lista de agravios" relacionadas con la "discriminación de la mujer en la historia de la filosofía". "Existe una casi total unanimidad entre los filósofos anteriores al siglo XX en presentar a la mujer como un ser inferior al hombre, con menos capacidades y especialmente mal dotada para la actividad racional propia de la filosofía", se explica.

Algunos profesores de Filosofía han criticado la "falta de rigor académico y científico" en estos nuevos libros y de cómo, "se tergiversa la cuestión de género intentando poner palabras en boca de filósofos que, fuera de su contexto histórico, no se entienden".