La tumba en el cementerio de Roma de Alfredo Rampi, un niño que murió en 1981 al caer a un pozo, convirtiéndose en un sonado caso nacional, amaneció este lunes profanada con esvásticas, un acto que el alcalde, Roberto Gualtieri, tildó de "inaceptable".

"Es inaceptable la bellaca profanación de la lápida del pequeño Alfredino Rampi, en la que se han dibujado once esvásticas. Haremos que se limpie inmediatamente este ultraje (...) Que estos bárbaros se avergüencen", denunció el regidor en sus redes sociales.

Por su parte, el gobernador de la región del Lacio, Nicola Zingaretti, lo ha calificado como "un golpe al corazón".

Alfredino fue protagonista de una de las tragedias más mediáticas de la historia reciente de Italia, al caer a un poco en el verano de 1981 en la localidad de Vermicino, a las afueras de Roma.

Al suceso siguieron tres días de angustiosas y complicadas tareas para rescatar al pequeño, acusando incluso altas cotas de sobreexposición mediática. No obstante, Alfredino moría tres días después de su caída al poco y su cadáver no fue recuperado hasta un mes después.

El suceso, retomado recientemente en la serie de Sky Alfredino - Una historia italiana, hizo que el Gobierno instituyera en 1982, un año después, el Departamento para la Protección Civil, que sigue respondiendo a las emergencias.