El Ayuntamiento de Madrid da este martes el primer paso para reformar, por primera vez, el modelo de Servicios Sociales, que datan de los años 80. Y ¿cómo deben ser los Servicios Sociales de Madrid en el siglo XXI?, se pregunta el delegado de Familias e Igualdad Social, Pepe Aniorte, que en la tarde anterior al Pleno ya celebraba haber logrado la firma de todos los grupos municipales.

Él mismo da la respuesta. "Hay dos retos: estar más cerca de los mayores porque cada vez hay más y, segundo, llegar más rápido y mejor a las familias más vulnerables, incentivando que los servicios sociales ayuden a impulsar a las familias y no se queden únicamente en ayudas económicas. Para eso, la clave es la prevención y el trabajo interdisciplinar".

El nuevo modelo, que llega este martes al Pleno de Cibeles, presenta una batería de 114 líneas que parten de 21 acuerdos sobre las que se trabajará en los próximos meses. El Gobierno municipal lleva un año y medio trabajando en el documento y meses de negociaciones con la oposición... "Es un acontecimiento histórico" porque todos los grupos políticos "lo llevarán de forma conjunta", ha destacado el delegado tras asegurar que el acuerdo "no ha sido fácil". Pero "¿cómo se van a enfrentar a algo en lo que más de 1.000 trabajadores sociales lo ven con muy buenos ojos?", añade el delegado, quien dice que la clave del consenso es la participación, ya que se ha contado con la mitad de la plantilla de servicios sociales -"los directamente relacionados". De hecho, los trabajadores encuestados puntúan con un 3,84 sobre 5 las ideas planteadas. También han contado con la opinión de los colegios profesionales, sindicatos y académicos, entre otros.

Este martes llega al Pleno el modelo, pero no será hasta finales de este año cuando se diseñe y apruebe el plan estratégico. "Hoy es el qué; luego vendrá el cómo", explica el delegado que, en todo caso, ha avanzado algunas de las medidas que aspira a introducir en el futuro modelo, que entraría en vigor en 2023.

Los trabajadores no emplearán tanto tiempo en papeleo

El 40% de la jornada de los trabajadores sociales la dedican a temas administrativos. Una realidad de que llevan años denunciando los propios funcionarios. "Están cansados de que la burocracia les desborde porque necesitan más tiempo con la familia para que salga realmente de la situación y no dependan de la ayuda", explica el delegado. Para acabar con esto, una de las medidas en las que trabajan es en delegar la parte burocrática a los auxiliares administrativos, como ya ocurre con las Tarjetas Familias. De esta manera, el trabajador social dedicaría todo su tiempo en la familia o mayor y se lograría que "los servicios sociales sean un trampolín para que las familias tengan una segunda oportunidad".

Por otro lado, "se quiere reducir burocracia". Y esto pasa necesariamente por digitalizar los procesos. Por ejemplo, hasta ahora los servicios sociales informan de le beca comedor, vía telefónica: llaman una por una a las familias para avisarles. En lugar de eso, Madrid quiere empezar a enviar WhatsApp o SMS con un enlace para que lo tramiten. Eso sí, no es excluyente: solo a aquellas que tengan esos medios. No obstante, el delegado calcula que se ahorrarían un 80% de llamadas.

Garantizar la atención urgente en 24 horas

Se quiere garantizar una la atención primaria rápida. El objetivo es lograr la atención por parte de un trabajador social en un plazo inferior a 24 horas en caso de urgencia, 5 días en casos prioritarios y 15 días en casos ordinarios.

Equipo de detección de mayores con necesidades

En cada centro de servicios sociales va a haber un equipo de detección de mayores con necesidades y seguimiento. Como ya ocurre en Arganzuela, Villaverde y Salamanca, al mes se reúnen todas las personas involucradas que trabajen con los mayores [teleasistencia, centro de salud o antenas] para hacer un seguimiento y coordinarse. Además, por cada barrio habrá al menos una unidad de trabajo social con tres profesionales y un coordinador especializados en familia, infancia, mayores e inclusión.

Se acercan a ti o, si vienes, adaptan el espacio

Una de las novedades que traería el nuevo modelo es el de incentivar que el trabajador social se acerque al usuario en lugar de que este acuda al centro. Pongamos que un mayor es usuario de un centro de día y se le detecta otro problema, como puede ser de soledad. En ese caso, en lugar de citarle en un otro centro, el trabajador concertará una cita en su centro de día. Una solución que, aunque resulte lógica, no se hace ahora.

Y para quienes acudan a los centros sociales, estos tendrán diferentes espacios en función de la necesidad del usuario. En otoño se inaugura en San Blas el primer centro de servicios sociales adaptado al nuevo modelo. Y eso implica reorganizar los espacios, es decir, que a lo mejor se quitan despachos para hacer sitios más diáfanos, poniendo en el centro a las personas usuarias. Por ejemplo, si viene una mujer con hijos será atendida en un despacho con zona infantil. Pero si la persona sufre depresión, contará con un despacho terapéutico.

Ampliar plantilla y convocar plazas para psicólogos

El delegado reconoce que "se necesitan más profesionales", sobre todo, auxiliares, psicólogos y educadores sociales. Porque más que número lo que buscan son perfiles nuevos. "Actualmente, los psicólogos y los educadores sociales no existen como funcionarios de los servicios sociales". Por eso, Aniorte aspira a sacar convocatorias públicas para estos profesionales, de la mano del área de Hacienda.

Reforzar los turnos de tarde

Por otro lado, se modificará los actuales turnos de los funcionarios de servicios sociales que tendrán que trabajar cuatro mañanas y una tarde a la semana para que el profesional de referencia pueda garantizar la atención según las necesidades de la ciudadanía.

Igualdad "efectiva" entre hombres y mujeres

Con el objetivo de "continuar promoviendo la igualdad efectiva entre hombres y mujeres" y mejorar la atención que se presta a casos de violencia de pareja y expareja, trata, explotación, y violencia sexual, el nuevo modelo incorporará la violencia en el ámbito de la pareja, expareja, trata, explotación, y violencia sexual dentro de la especialización de la atención social primaria y en los Equipos de Coordinación de Casos; se incorporará la variable de igualdad entre hombres y mujeres de manera transversal en los programas y servicios, y, por último, se revisará los protocolos de coordinación entre Atención Social Primaria y la Atención Social Especializada.