Hace un par de semanas comentaba que el equipo de Ayuso ha ido adaptando sus apariciones con la capacidad de su perfil. Decidieron dejar de hacer ruedas de prensa con preguntas y sacarla de las entrevistas en radio y en televisión. Se han centrado en las redes sociales y en las comparecencias sin preguntas. ¿El por qué?, sencillo. Porque en este tipo de formatos no hay lugar para la improvisación y tan solo consiste en lanzar un mensaje y no tener que explicar el mensaje.

Pues bien, como Feijóo ha comenzado su aventura en el Senado, Ayuso ha querido volver a aparecer en la escena pública con un par de entrevistas. Y claro, ha pasado lo que el equipo de Ayuso lleva evitando varios meses: que le repregunten a Ayuso.

Esta vez, el drama surgió de un tema económico. Recordemos que, para Ayuso, el plano económico es quizá el plano de mayor confrontación con el resto de las CCAA y contra el Gobierno de España. Pues bien, lo que sucedió fue surrealista. Ayuso trata de explicar su propuesta: "Corregir los tramos del IRPF para que sigan pagando los mismos impuestos que antes, aunque ingreses más que antes". El periodista le pregunta que cómo se calcula eso.

Desesperante. Suerte que contamos con gente más seria y más preparada

Y aquí se hace la magia. Ayuso tiene que improvisar la respuesta y, claro, ocurre lo que se veía venir que iba a ocurrir: una respuesta que te hace plantearte en manos de quién estamos.

"Estamos viendo si lo hacemos a través de la inflación o del IPC. Dependiendo de los ingresos y de... Estamos viendo con la Consejería de Hacienda de si lo hacemos a través de los ingresos medios o de los precios. Si suben los precios… Eh subir ese tramo un poco más arriba".

En fin, desesperante. Suerte que contamos con gente más seria y más preparada. El martes, Juan Lobato proponía subir el mínimo exento en nuestra Comunidad, que permitiría un alivio a las familias no con rentas más altas como hasta ahora, sino a las rentas medias y bajas de la Comunidad. Una medida que por fin no va dirigida a engordar más el bolsillo de los ricos, sino a ayudar a quien menos tiene en Madrid.