Un centro médico de Cartagena (Murcia) y una aseguradora deberán indemnizar con 30.800 euros a un niño de corta edad que perdió un testículo debido a la torsión que sufrió en el mismo y que no fue detectado a tiempo para evitar esas consecuencias.

Así se recoge en la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Murcia que estima en parte el recurso que la madre presentó contra la dictada por un juzgado de primera instancia que rechazó la demanda que había entablado en nombre del menor.

La madre expuso en su reclamación que la torsión testicular le fue diagnosticada siete horas después de una primera visita a la clínica, cuando, en su opinión, ya existían indicios que debieran haber alertado a los facultativos sobre la posibilidad de sufrir ya esa patología.

Finalmente, fue advertida la existencia de la misma con la realización de una ecografía, tras lo cual se tuvo que proceder a la extirpación del testículo.

Señala la sentencia que el médico que atendió al niño manifestó que la práctica de la ecografía no estaba especialmente indicada en la primera visita a Urgencias, dados los resultados de la exploración física que llevó a cabo.

Se pregunta el tribunal que cómo fue posible entonces que pocas horas después se descubriera la torsión, y se contesta indicando que posiblemente fuera debido a que en la primera ocasión la torsión estaba aún en sus inicios.

La Audiencia Provincial de Murcia estima en parte el recurso de la madre y condena a las dos demandadas al pago de la citada indemnización.