Ser una referencia en el diseño, la fabricación y la distribución de microchips, "el input básico de todos los sectores tecnológicos" y con una gran "importancia geoestratégica en un contexto de transformación digital". Con este objetivo, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes el décimo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que busca que España "desarrolle de manera integral las capacidades de diseño y producción de microelectrónica y semiconductores" y que cuenta con una inversión de más de 12.000 millones de euros públicos hasta 2027 que se prevé que se multipliquen con dinero de empresas privadas a las que el presidente Pedro Sánchez ya está tratando de cortejar.

De hecho, esta es la misión principal con la que el jefe del Ejecutivo ha viajado a Davos, donde estos días se celebra el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que reúne anualmente a élites políticas, académicas y económicas. Allí, Sánchez ha asegurado que España inicia "una carrera de fondo" para convertirse en referente en la industria y para liderar el objetivo de la Unión Europea de concentrar el 20% de la producción mundial de semiconductores -ahora supone el 10%-. Para ello, también se ha reunido con los consejeros delegados de cuatro de las empresas que son referencia en el sector: Micron, Cisco, Intel y Qualcomm.

En su ausencia, ha sido la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, la que ha presidido el Consejo de Ministros de este martes en el que se ha aprobado el PERTE. En la rueda de prensa posterior, la también ministra de Asuntos Económicos ha asegurado que "es el proyecto más ambicioso del plan de recuperación". Tal es la cuantía económica que se va a destinar que ha abierto la puerta a que para financiarlo no solo se eche mano de las transferencias a fondo perdido que España está ya recibiendo de la Unión Europea, sino también de los préstamos. 

Hasta ahora, el Gobierno no ha solicitado estas ayudas que se han de devolver. En total, a nuestro país le corresponden un total de 140.000 millones de euros de los fondos europeos, de los que unos 70.000 millones no tienen que ser reembolsados, mientras que otros 70.000 son créditos que el Ejecutivo puede pedir, pero que deberán ser devueltos en años venideros.

Con todo, Calviño ha remarcado una y otra vez la importancia de esta inversión. "Raro es el objeto de nuestra vida privada o profesional que no tiene dentro un chip", ha lanzado para ejemplificar la importancia de los semiconductores y el por qué Europa debería dejar de depender de terceros países como Taiwán, Estados Unidos, Corea del Sur o China. En este sentido ha recordado el "embudo de botella" producido tras la pandemia de coronavirus por el aumento de demanda que llevó a muchos sectores a verse obligados a bajar el ritmo de producción. Entre otros, el automovilístico.

Sánchez viaja a Davos para atraer a grandes tecnológicas a España con los microchips como gran apuesta

Un PERTE dividido en cuatro ejes

Desde el Ejecutivo explican que el llamado "PERTE Chip" se desarrollará en torno a cuatro ejes estratégicos que abarcarán toda la cadena de valor, una "visión integral" que "ejercerá un efecto multiplicador para el conjunto de la economía española". El primero de ellos es el refuerzo de la capacidad científica, que contará con actuaciones para fortalecer la investigación, el desarrollo y la innovación de los microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas para desarrollar chips cuánticos.

También se potenciará la estrategia de diseño, con actuaciones que buscarán disparar la capacidad española en el diseño de microprocesadores mediante la creación de empresas 'fabless' -"cuyos diseños pueden ser fabricados por otros sin necesidad de tener una fábrica propia-. Asimismo, de esos más de 12.000 millones de inversión, el mayor montante -9.350 millones- se destinará a la construcción de plantas de fabricación de semiconductores de vanguardia -por debajo de cinco nanómetros- y de gama media -de más de este tamaño-. El último eje será la dinamización de la industria de fabricación, bajo lo que se creará un fondo de capital para financiar startups del sector.