Los gatos pueden reconocer su nombre, el de otros gatos y el de las personas que les rodean, según un estudio

Dos cachorros de gato jugando juntos.
Dos cachorros de gato jugando juntos.
Emilian Robert Vicol / PIXABAY
Dos cachorros de gato jugando juntos.

Siempre se ha dicho que los gatos son uno de los animales de compañía más inteligentes que posee el hombre. Se habla de su astucia, de su personalidad más independiente (comparada con la de los perros) y de cómo son capaces de reconocer su nombre y de pedir cosas. Ahora la ciencia va un paso más allá y descubre que también distinguen los nombres de otros felinos y de sus propios dueños.

Así lo afirma un estudio publicado en la revista Scientific Reports y realizado por diferentes universidades y organizaciones japonesas. "Los gatos aprenden a asociar el habla humana con objetos específicos en la vida cotidiana, otros animales e incluso con personas", explica Saho Takagi, director del estudio.

Durante la investigación, se realizaron dos experimentos diferentes, valorando la reacción de los gatos cuando se rompen las expectativas en felinos domésticos y en mininos pertenecientes a un cat café. "Lo que descubrimos es asombroso", asegura Takagi.

Relación entre nombres y rostros

Para llegar a la conclusión de que son capaces de asociar personas y gatos a nombres (más allá del suyo propio), los investigadores analizaron el comportamiento de los gatos al mostrarle una fotografía acompañada de un audio con el nombre del mismo (condición congruente) u otro diferente (condición incongruente).

"Mostramos a los gatos una fotografía de otro de su entorno (gato modelo) en un ordenador y al mismo tiempo reproducíamos la voz del dueño diciendo el nombre del mismo en voz alta (condición congruente) o un nombre diferente (condición incongruente)", detalla el director del estudio. 

Los resultados mostraron que los gatos pasaban más tiempo mirando la imagen del gato familiar durante la condición incongruente, lo que interpretamos como que los animales estaban desconcertados por la falta de coincidencia entre la imagen y el nombre del gato modelo.

Sin embargo, esto no ocurrió de forma tan clara con los gatos del café, según los investigadores porque "viven con otros muchos felinos y están menos familiarizados con sus nombres que los gatos domésticos", explica Takagi en el estudio.

Diagrama que ilustra cada condición.
Diagrama que ilustra cada condición.
SCIENTIFIC REPORTS

También reconocer nombres de personas

Los investigadores quisieron llegar más allá con sus experimentos y realizaron el mismo procedimiento con fotografías de sus dueños y otras personas, llegando a la misma conclusión. "Los gatos que viven con más personas tienen más oportunidad de escuchar nombres que los gatos que viven con menos personas", afirma el director del estudio.

"Quiero que la gente sepa la verdad. Los felinos no parecen escuchar las conversaciones de las personas, pero de hecho, lo hacen. Si no responden a su nombre, no es porque no nos entiendan, nos están ignorando", concluye.

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