En medio de un ensordecedor aplauso, con los cientos de asistentes al XVII Congreso Extraordinario del PP de Madrid en pie, Isabel Díaz Ayuso se ha subido al escenario habilitado en el pabellón 6 de Ifema para pedir el voto -un trámite porque es la única candidata-, anunciar el que será su equipo en el partido y desgranar sus principales líneas de actuación. Tan calurosa acogida, sumada a que lleva esperando este momento durante meses, han hecho que la mandataria madrileña no haya podido esconder la emoción, que se ha dibujado en su rostro, al que enfocaban todas las cámaras de televisión y los móviles en alto.
"¡Qué ganas de congreso, qué ganas hacer política, qué ganas de ganar!", ha proclamado Díaz Ayuso como primeras palabras. Poco antes, un vídeo había repasado su trayectoria en el PP, que se remonta 17 años atrás, cuando decidió afiliarse. Ese largo bagaje, ha confesado, le ha dificultado sobremanera en los últimos días la redacción del discurso de este viernes, el primero de los que pronunciará en el cónclave, ya que este sábado vuelve a intervenir.
"¿Cómo abordar tantos años, vivencias, aprendizaje y sentimientos?", se ha preguntado a sí misma. La inspiración, ha asegurado, le llegó el día de San Isidro, cuando un grupo diverso de ciudadanos se acercó a saludarla. "El tumulto fue tal que acabé emocionándome y pensé: ¿y ahora qué hacemos para devolverles todo esto?", ha señalado.
"Pues para ellos y para todos los ciudadanos en Madrid, para los que sufren y los que celebran, los que acaban de nacer y aquellos que guardan consigo toda una vida de recuerdos, para los que viven o trabajan en cualquiera de nuestros 179 municipios, solos o acompañados, va este congreso", ha proseguido.
Un total de 2.616 compromisarios estaban llamados a encumbrarla a la presidencia del PP de la Comunidad de Madrid. De ellos, han introducido sus papeletas en las urnas 2.052 y 2.030, el 99,12% de los votos emitidos, lo han hecho afirmativamente.
Interrumpida de cuando en cuando por aplausos de los asistentes, Díaz Ayuso ha afirmado que este congreso es "el comienzo de algo grande" y de una "nueva etapa" en "el partido político que mejor conoce Madrid". De hecho, a los suyos les ha prometido una nueva victoria el año que viene, cuando habrá elecciones autonómicas y municipales.
"Somos el PP de Madrid, el partido del pueblo. El partido callejero y pandillero de plazas, terrazas, comercios, estadios o empresas", ha resaltado la presidenta, repitiendo unas palabas, "callejero y pandillero", que hace unas semanas ya pronunció con polémica en un acto en Majadahonda. Lejos de rectificar, volviéndolas a pronunciar este viernes se ha reafirmado en ellas.
Díaz Ayuso considera al PP "la vanguardia": asegura que "todo el país" mira a la organización como "laboratorio de ideas y políticas públicas". En este rol que ha atribuido a la formación ha destacado tres nombres, todos predecesores suyos en la Puerta del Sol: Alberto Ruiz- Gallardón, Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes.
"Quiero trabajo, trabajo y trabajo"
La presidenta madrileña ha confirmado a Alfonso Serrano, hoy por hoy portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, como su secretario general. "Gracias, Alfonso, por haber saltado sin red conmigo en los momentos más difíciles, por haber arriesgado pero sobre todo, por haber confiado en mí", se ha dirigido a él Díaz Ayuso en uno de los momentos más emotivos.
"Te entrego el papel más difícil que se puede desempeñar en un partido: el de llegar donde los demás no podemos", le ha encomendado, a la vez que le ha advertido que no quiere que se convierta en "un sectario general". "Es decir, el secretario general que arrastra por miedo, sino en el que une por convencimiento", ha abundado, en lo que ha parecido una referencia al anterior secretario general del PP nacional, Teodoro García Egea, con el que chocó abiertamente.
Como ya había avanzado este viernes por la mañana, el PP de Díaz Ayuso tendrá cuatro vicesecretarías: Organización y Territorial, Acción Política, Sectorial y Electoral. Estarán encabezadas, respectivamente, por Ana Millán, Jesús Moreno, Inmaculada Sanz y Jorge Rodrigo.
En el comité de dirección y el resto de órganos internos ha colocado a muchas personas ahora mismo desconocidas para la opinión pública mayoritaria y en gran parte vinculadas al territorio, dos claves que también había avanzado.
A los elegidos les ha pedido la presidenta, que ejerzan la tarea que les encomienda con profesionalidad, que practiquen la humildad, que tengan "respeto sagrado" a los afiliados del PP y "entrega absoluta" a los ciudadanos. "Nuestros jefes", ha destacado.
"La comodidad aquí está fuera de lugar", ha apuntado a continuación. "Quiero trabajo, trabajo y trabajo", ha lanzado, y que no haya "miedo" a tomar decisiones. Entre las exigencias, ha hecho un guiño al respetable, porque a la vez ha sido una crítica al Gobierno central. "Prohibido, bajo amenaza de penalti y tarjeta roja, hablar con perspectiva de género ecorresiliente empoderado. "Esto significaría que no se ha enterado de nada de lo que está pasando", ha bromeado.
Con la vista puesta en 2023
"Los mejores años de Madrid están por venir", ha confiado ya en la recta final de su discurso. "Quiero que el PP sea fiel testigo de esta etapa que marcará para siempre la vida de tantos", ha añadido, para remontarse acto seguido a 2019, cuando fue designada candidata a la Comunidad de Madrid por Pablo Casado.
Hoy no tiene relación con él por la crisis interna que dinamitó el partido en febrero pero, paradójicamente, ese momento ha derivado en el Congreso que ahora la encumbra. "Como dije la primera vez que me presenté ante el partido en 2019, os pido vuestra confianza y yo os prometo de nuevo, la victoria", ha afirmado poniendo ya la vista en 2023.
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