Se acerca el verano, las temperaturas no dejan de subir y Alemania afronta un problema: corre el riesgo de quedarse sin botellas de cerveza, a causa del aumento de los costes de producción y los problemas de logística. Ambos factores pueden provocar escasez y atascos en la distribución. 

Así lo ha advertido la Asociación Alemana de Cerveceros, que ha alertado de que afectará sobre todo a las productoras de pequeño y mediano tamaño, según informó este miércoles el diario alemán Bild. 

"Habrá escasez a más tardar en el verano", afirma a Bild Holger Eichele, gerente general de la Asociación Alemana de Cerveceros, que añade que la situación es "extremadamente tensa".

Eichele asegura que los productores que no tienen contratos a largo plazo están pagando un 80% más por botellas de vidrio nuevas que hace un año, un problema que amenaza con dejar sin botellines a algunas cervecerías.

Stefan Fritsche, director adjunto de la Asociación de cervecerías de Berlín-Brandenburgo, señala al diario alemán que "la escasez de botellas afecta en particular a las pequeñas y medianas empresas productoras, porque las grandes se abastecen primero".

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Una portavoz de la cervecera Bitburger añade que la demanda de botellas de vidrio "actualmente supera con frecuencia la oferta existente".

Aumento del precio de la energía

La principal causa de este problema es el aumento de los precios de la energía, que repercute en los fabricantes de vidrio y dificulta la obtención de envases vacíos.

Una portavoz de la Asociación Federal de la Industria del Vidrio explica a Bild que "los costes de la energía han aumentado hasta un 500% en comparación con el año anterior", lo que plantea "grandes desafíos para la industria del vidrio".

Eichele señala también a la escasez de camioneros como otra de las causas que dificultan la cadena de suministro de botellines de vidrio.

El gerente de la Asociación Alemana de Cerveceros pide a los consumidores que "no acumulen botellas vacías" y que las devuelvan a los minoristas para que puedan reutilizarlas.

En Alemania, los consumidores pagan un depósito sobre las botellas de vidrio y de plástico que pueden recuperar si devuelven los envases en puntos de recogida en los supermercados.