Una familia regresa a su hogar en Ucrania y encuentra una bomba rusa en el piano de su hija

Miembros del ejército ucraniano caminan junto a blindados destruidos en Bucha.
Miembros del ejército ucraniano caminan junto a blindados destruidos en Bucha.
EFE/EPA/ROMAN PILIPEY
Miembros del ejército ucraniano caminan junto a blindados destruidos en Bucha.

Tras la retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev, llega el momento de descubrir el terrible rastro de muerte y destrucción que fueron dejando tras de sí.

Una de las localidades más castigadas, que será recordada para siempre por el nivel de atrocidad de los actos perpetrados por los soldados rusos, es Bucha. Precisamente en este pueblo se ha producido una historia, recogida por Vice, que es muy significativa.

Tatiana Monko regresó a su casa en Bucha el sábado pasado, después de dos meses de ausencia, y la encontró en ruinas. Las explosiones habían destrozado las ventanas de su apartamento y casi todo lo que poseían había sido destruido por los soldados rusos que vivían allí mientras ocupaban la ciudad.

"Rompieron la puerta de nuestro departamento, todo quedó desparramado en el departamento, muchas cosas fueron dañadas y saqueadas", dijo la mujer.

Tatiana Monko vio aliviada que los soldados no habían destruido el piano que a su hija de 10 años, Darinka, le encantaba tocar. La mujer notó, sin embargo, que las decenas de medallas y trofeos que Darinka ganó en piano, teatro, canto y ajedrez en los últimos años, que estaban cuidadosamente dispuestas encima del piano, habían sido movidas y colocadas incorrectamente.

No pude dormir tranquila durante varios días y no entiendo cómo pudieron poner explosivos en el piano de un niño

Tatiana comprobó que además, cinco de las teclas no se movían. Alarmada, avisó a un grupo de especialistas del ejército ucraniano. "Mientras limpiaban el piano, esperábamos fuera del apartamento. Cuando los especialistas abandonaron el apartamento, informaron que se había colocado una granada en el piano de los niños".

Los zapadores identificaron la munición que había sido colocada bajo los martillos del piano como una granada VOG-25P, que es utilizada por el ejército ruso. Desde el comienzo de la invasión rusa, ha habido numerosos informes sobre el descubrimiento de minas y trampas explosivas en Bucha y otras ciudades, incluidas granadas dejadas en lavadoras.

"No pude dormir tranquila durante varios días y no entiendo cómo pudieron poner explosivos en el piano de un niño", dijo Tatiana Monko. "Después de todo, la esquina donde se coloca el piano está dispuesta de manera que queda inmediatamente claro que un niño está tocando en él", agregó la mujer.

"Darinka tiene un hermano menor, de 6 años, la quiere mucho y siempre está con ella al piano. Da miedo incluso pensar en el dolor irreparable que los rusos habían preparado para nuestra familia", concluyó Tatiana.

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