Una invitación formal, una hoja de ruta específica y el visto bueno de los 30 miembros: los pasos de Finlandia para entrar en la OTAN

NATO Secretary General Jens Stoltenberg
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ
NATO Secretary General Jens Stoltenberg

"Sin demora". Finlandia no tiene tiempo que perder y este jueves tanto el presidente, Sauli Niinistö, como la primera ministra, Sanna Marin, han anunciado que el país solicitará el ingreso en la OTAN una vez que el Parlamento dé su visto bueno, algo que debería suceder en cuestión de días. Suecia seguirá sus mismos pasos, por todavía no lo ha oficializado. Por lo pronto, Finlandia se convertiría, si nada cambia, en el miembro número 31 de una Alianza Atlántica que ha salido reforzada de la invasión rusa de Ucrania.

Putin quería debilitar a la unión de Defensa occidental pero ha conseguido todo lo contrario. El apoyo al acceso de Finlandia a la OTAN supera ya el 70% de apoyo ciudadano cuando hace solo unos meses estaba estancado entre el 20% y el 30%, y el país nórdico romperá así con una neutralidad histórica. Este estatus se remonta al periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. 

Su interés por permanecer neutral en los conflictos entre grandes potencias fue reconocido por primera vez en un tratado entre Finlandia y la URSS en 1948 (el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua). El Tratado prohíbe a los firmantes unirse a una alianza militar contra el otro, y Finlandia no podía permitir que su territorio fuera utilizado para un ataque contra la URSS. Ese equilibrio con los soviéticos fue forzado para evitar precisamente un choque con el régimen. Ahora todo ha cambiado, pero... ¿cuáles son los pasos que tiene que seguir Helsinki para acceder a la OTAN?

Una invitación formal

Para empezar, el proceso es individualizado. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, da por hecho que la entrada será "fácil y rápida" puesto que Finlandia (como Suecia) lleva ya años cooperando desde fuera con la organización, y es por ello por lo que el ex primer ministro finés Alexander Stubb ha matizado en todo momento que no es un país neutral. Helsinki tiene que registrar la llamada 'carta de intención', que es básicamente la solicitud de acceso. Después, el primer paso será que Finlandia reciba una invitación formal de al menos uno de los Estados miembros de la OTAN. Esto es asumible y esperable, puesto que han sido numerosas las voces a favor de su incorporación.

Una hoja de ruta individualizada

Además, Finlandia recibirá una guía a seguir para cumplir con una serie de premisas particulares, en materia evidentemente de Defensa, para adoptar el modus operandi de la OTAN. El punto clave es el artículo 5 del Tratado de la Alianza, que recoge que los miembros responderán de forma inmediata en caso de que uno de ellos sea atacado. Esto cobra especial relevancia en un contexto como el actual, puesto que Rusia ya ha dejado claro que la entrada de Finlandia se ve como "una amenaza".

El visto bueno por unanimidad

El procedimiento suele demorarse durante varios meses. La última ampliación, asimismo, se dio en 2020 con la entrada de Macedonia del Norte, y la última incorporación a gran escala se produjo en 2004, con el acceso de los países de Europa del Este. Finlandia, al igual que Suecia, se sumarán a la Alianza en un momento en el que la Defensa común se ha vuelto irrenunciable por la amenaza rusa. Eso sí, la adhesión se culminará una vez que los países miembros firmen por unanimidad un protocolo de adhesión al Tratado para que el Estado aspirante pase a formar parte de la organización. El objetivo finés es que todo termine por confirmarse en la cumbre de Madrid que se celebra el próximo mes de junio.

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