Quienes circulaban por Paseo de la Castellana en dirección a la A-1 o a la M-11 recordarán el caos que se formaba al llegar a la M-30. Los dos carriles con los que contaban para atravesar la Castellana se encontraban con los tres de la propia M-30, donde todos los vehículos, que venían de otras direcciones y que tomaban también la carretera de Burgos, se cruzaban entre sí formando atascos. También múltiples siniestros. Y es que este era uno de los puntos negros de la ciudad que este miércoles estrena solución.

Esta misma medianoche (a las 0.00 del jueves) se abre un nuevo tramo del Nudo Norte de la M-30, tras las obras de remodelación que ha estado acometiendo el Ayuntamiento de Madrid. Los vehículos con origen Castellana ahora podrán circular por un túnel, mientras se mantienen los carriles en superficie para el resto de la M-30. Así, se eliminará el trenzado que hasta ahora se producía entre los vehículos que se dirigían a la carretera de Burgos y la M-11, los que discurrían por la M-607/M-30 entre el Nudo Norte y Nudo de Manoteras y que se dirigían a la A-1 o continuaban su trayecto hacia el sur de la M-30.

Belén Sarriá

El nuevo paso inferior tiene 240 metros de longitud y una anchura de 7 metros, dividido en dos carriles de circulación de 3,50 metros de anchura cada uno. Ambos cuentan con una acera de 0,5 metros a cada lado. En torno a la mitad del desarrollo, la estructura se amplía por su margen derecho para albergar, en una fase posterior, un carril de incorporación hacia el futuro Distrito Castellana Norte desde la prolongación de Agustín de Foxá y Mauricio Legendre, informa el área de Medio Ambiente y Movilidad.

Se trata del primero de los tres nuevos túneles que forman parte de la remodelación del Nudo Norte. Asimismo, el pasado mes de febrero se abrió el viaducto superior, que conecta directamente la M-607 con el paseo de la Castellana.