Carlos de Inglaterra será el encargado de leer el discurso de apertura del Parlamento británico de este año, previsto para este martes, 10 de mayo. La reina Isabel II ha delegado en su hijo esta función al encontrarse indispuesta, según ha informado este lunes la BBC. 

El canal de televisión británico ha citado a fuentes del palacio de Buckingham, las cuales afirman que "la reina continúa experimentando problemas de movilidad episódicos". 

"Tras consultar con sus médicos, ha decidido a regañadientes que no asistirá mañana a la apertura estatal del Parlamento", explican.

Esta será la primera vez desde 1963 que la monarca, de 96 años, no estará presente en esta ceremonia, una de las más destacadas del país. En anteriores ocasiones, únicamente se ausentó durante los embarazos de los príncipes Andrés y Eduardo.

Isabel II regresó al trabajo el pasado 29 de abril tras haber sido diagnosticada de COVID-19 y recuperándose todavía de sus problemas de salud. Con los ojos puestos en la celebración de su Jubileo de Platino a primeros de junio, regresó al castillo de Windsor, lugar donde fijó su residencia habitual este año tras el fallecimiento del duque de Edimburgo.

Su vuelta a las funciones de la corona fue sorprendente porque, aunque se esperaba que apareciese con alguna ayuda, ya fueran muletas, andador o incluso el apoyo de algún sirviente de palacio -como hizo su tercer hijo, el príncipe Andrés, recientemente-, Isabel II cumplió sin que se notase cierta debilidad ni usando las videollamadas a las que ha acudido recientemente.

No obstante, parece que, aconsejada por su equipo médico, no podrá retomar todas las funciones que le gustarían, confiando en su primogénito para una cita tan importante como la del tradicional discurso.