"La situación es muy grave". El president de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ha trasladado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el precio político que tiene que pagar si pretende que sus 13 diputados en el Congreso le garanticen estabilidad parlamentaria los más de 18 meses que quedan hasta que se acabe la legislatura: el cese de la directora del CNI, Paz Esteban, y el compromiso de que la Inteligencia española dejará de vigilar las actuaciones que puedan promover entornos independentistas. 

Desde ERC trasladan públicamente, además, una segunda petición: que se cese también a la ministra de Defensa. El socio de coalición, Unidas Podemos, que lleva en pugna con Margarita Robles desde el inicio de legislatura, también exige su salida del Consejo de Ministros. Fuentes socialistas apuntan a que Sánchez estaría dispuesto a ceder en la primera condición: ofrecer a ERC la cabeza de la directora del CNI. Sin embargo, de momento estaría lejos de ceder también con Robles.

En la estrategia del Gobierno de ir preparando el cese en el CNI habría sido clave la rueda de prensa del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el lunes anunciando que el móvil de Sánchez había sido espiado. Presidencia apuntó al CNI como culpable, lo que desmintió Defensa horas después. También sitúan en la preparación de este cese el hecho de que desde Moncloa se señalase, tras la comparecencia de Paz Esteban en el Congreso, que el presidente "ni sabía ni debía saber" respecto a los pinchazos legales a 18 dirigentes independentistas. Hay bastante coincidencia entre políticos que han trabajado en el entorno de Moncloa en que esa afirmación sería falsa, ya que Sánchez tiene y ha tenido pleno acceso a los informes del CNI. 

Bolaños y Robles, el combate de 72 horas de dos pesos pesados del Gobierno en un ring llamado Pegasus

La salida de Paz Esteban -ya sea por cese y nombramiento de un sustituto por parte del Consejo de Ministros, o porque se fuerce su dimisión- tiene varias contraindicaciones, que son las que hacen a parte del PSOE creer que Sánchez no llegará a dar el paso. La principal sería que el propio Gobierno central estaría cuestionando la legalidad de la actuación del Centro Nacional de Inteligencia. 

Entre otros aspectos que molestan a ERC y a otras formaciones nacionalistas, están la vigilancia previa al intento de la declaración de independencia unilateral que hizo Carles Puigdemont en 2017. Tampoco habría agradado a Aragonès el seguimiento del CNI a otros movimientos vinculados a algunas corrientes separatistas, como la organización 'tsunami democratic' o la actuación del llamado Cesicat, ente con el que la Generalitat intentó crear su propia organización de inteligencia y que fue disuelto en 2019. En este sentido, dentro de las exigencias de ERC, la salida de Paz Esteban del CNI deberá ir acompañada también por el desistimiento por parte de la Inteligencia española del control de los movimientos secesionistas.

En cuanto a los plazos que maneja el Ejecutivo central, el presidente Sánchez ya aceptó el viernes la petición que le hizo Aragonès de una reunión bilateral. El líder socialista lo hizo poco después de que el político de ERC calificase las escuchas del CNI como hechos "muy graves" y que Sánchez hablase de "turbulencias" y de su compromiso por "superarlas". 

En principio, el cese o dimisión forzada de Paz Esteban debería llegar antes de esa reunión bilateral entre Sánchez y Aragonès. Ese cese y la foto del encuentro serían los elementos que a ERC le ayudarían frente a la estrategia de Junts en Cataluña. En cuanto a Sánchez, facilitarían la aprobación de la agenda legislativa en el Congreso de los Diputados. 

De todas formas, desde el Gobierno de coalición también se traslada que esos 13 diputados de ERC son relevantes, pero no imprescindibles. Recuerdan cómo el PSOE y UP han conseguido sacar decretos relevantes -el último, el de medidas que incluían los 20 céntimos de la gasolina- sin los votos de ERC, una vez que tanto Bildu como partidos como el PRC, BNG o Teruel Existe están apoyando todas las votaciones relevantes. Con esa suma, el Gobierno y, aunque por con un margen de solo de tres diputados, tiene mayoría absoluta.