El jurado popular que desde el pasado 29 de abril ha juzgado en la Audiencia Provincial de Murcia a la acusada de asesinar de siete disparos a su pareja en un paraje rural de Águilas en junio de 2017, la ha declarado por unanimidad inocente de todos los cargos que pesaban sobre ella.

Según el veredicto emitido este jueves, no se considera probado que la procesada fuese la autora del crimen en la puerta de la vivienda que el fallecido tenía alquilada al no existir ninguna prueba directa de ello y ser los indicios aportados a la vista oral insuficientes para enervar su derecho a la presunción de inocencia y declararla culpable.

A la vista de ese pronunciamiento, la presidenta del jurado, la magistrada Concepción Roig, ha adelantado oralmente la sentencia absolutoria, aunque ha indicado a la acusada que como no es firme se mantendrán las medidas cautelares de intervención del pasaporte, prohibición de salida de España y fianza de 25.000 euros depositada en su día para salir de prisión.

Lo que sí se levanta, ha añadido, es la obligación que tenía de personaciones diarias, medida que ha cumplido desde que salió en libertad provisional.

En una de las últimas sesiones de la vista oral, la fiscalía reclamó para la acusada 20 años de cárcel por un delito de asesinato y un año por otro de tenencia ilícita de armas al considerar acreditado por los indicios aportados al juicio que fue la autora del crimen.

Posible implicación de terceras personas

Su defensor, Evaristo Llanos, ha reiterado la inocencia de la procesada y pedido que las investigaciones continúen para dar con los verdaderos autores del crimen.

Ha añadido que la Guardia Civil que llevó a cabo la investigación elaboró en su día un atestado en el que se dejaba abierta la puerta a que el asesinato hubiera sido obra de varios hombres, aunque la juez y el fiscal consideraron agotada esa línea de actuación.

El abogado se ha referido a que la acusación particular, que ha ejercido la madre de la víctima, de nacionalidad italiana, contempló también en sus escritos la posibilidad de que hubieran intervenido otras personas.

Al hacer uso de su derecho a la última palabra, la acusada insistió este miércoles en su inocencia, manifestó entre sollozos que no era una asesina y pidió que se hiciera justicia.