Toñi Moreno estrena 'Déjate querer': "Para tener los pies en el suelo miro mi cuenta bancaria"

La presentadora Toñi Moreno, en una imagen reciente.
La presentadora Toñi Moreno, en una imagen reciente.
GTRES
La presentadora Toñi Moreno, en una imagen reciente.

La presentadora Toñi Moreno se pone hoy viernes al frente de Déjate Querer (Telecinco, 22.00 h), un programa en el que ejercerá de intermediaria y conductora para lograr que personas con historias personales duras cambien su vida para mejor. Además de personas anónimas tendrá como invitados en el estreno a Nacho Palau y la cantante María del Monte.

¿Cuál es el espíritu de Déjate querer? Es un programa que es el regalo de mi vida. El formato estaba antes que yo, pero es como un programa pensado para mí por como lo estoy viviendo. Es un programa al que la gente acude con el propósito de cambiar su vida, es un mapa de emociones.

Viene alguien porque hay un muro en su vida que le impide avanzar, por ejemplo, una hija que lleva 8 años sin hablarse con sus padres, un chico que ha descubierto que es adoptado y quiere saber la verdad de sus padres biológicos… hay mil historias para alucinar.

¿Y dónde entra en todo eso Toñi Moreno? El mío es el papel de mediadora, soy el instrumento, el puente entre una parte y otra. Tengo que conseguir que ese muro que les separa se caiga para que haya un futuro. Estoy concentrada en eso. Después de que hayan confiado su vida y su gran secreto al programa tenemos que conseguir que cuando se vaya a su casa su vida haya cambiado.

Es mucha responsabilidad… Las historias son increíbles y los primeros días, como soy muy pasional y como desde que soy madre lloro con mucha facilidad, los primeros días lloraba en casi todas las historias hasta que Angelo, el productor, me cogió y me dijo que eso era como si a un cirujano entrando a operar le podía la presión de salvar una vida. Tiene que ponerlo todo en operar y a la vez tener frialdad para poder ser útil. En esa fina línea me muevo. Dejo que me afecte lo justo para ser útil y al mismo tiempo lo vivo con pasión.

Cambiar la vida de alguien en un momento no es fácil... Siempre les digo a los invitados que el muro que traían no se levantó de un día para otro y que no se puede tirar en un programa de televisión, pero sí se puede derribar la primera piedra y que lo que hagan a partir de ese momento depende de ellos.

Toñi Moreno, en el plató de 'Déjate Querer'.
Toñi Moreno, en el plató de 'Déjate Querer'.
Telecinco

¿Y si la respuesta es que no, que no dan ese paso? Te vas a tu casa con una sensación agridulce. Por eso estoy concentrada en convencerlos, en mediar, en llevar a los dos a un punto de encuentro. Es un reto apasionante, estoy aprendiendo muchísimo y disfrutándolo.

¿El hecho de ser Toñi Moreno le ayuda para que le escuchen? Yo me atribuyo una virtud que muchas veces va en contra mía: consigo que la gente que viene conmigo a la tele se olvide de que está en la tele. Al mismo tiempo eso hace que yo no les impresione nada, a los dos minutos ya soy una colega y si no tienen claro que quieren solucionar su historia poco puedo hacer. Son gente que tienen problemas gordos y si no quieren no lo van a hacer porque se lo diga Toñi Moreno.

¿Una de las cosas que enseña Déjate Querer es que es necesario pedir ayuda si la necesitamos? A mí me está enseñando mucho... Primero a no juzgar y a no tomar posicionamientos radicales del tipo “esto me lo creo y esto no”. Hay tantas verdades como puntos de vista. Me está enseñando a que la comunicación es importantísimo. Hemos visto personas que se han enfadado por no hablar.

¿Por ejemplo? El otro día tuve a una suegra hablando con una nuera a la que reprochaba que no fuera a una comunión y es porque no lo sabía y llevaban ocho años sin hablarse por un malentendido. El programa enseña que es necesario hablar y empatizar con lo que le pasa al otro. Hay historias que ni telenovelas, ni series, ni leches… la vida es mucho más dura que lo que cuentan en la ficción.

¿Cómo reacciona usted cuando alguien se rompe y acaba llorando? Lo bueno que tiene la tele y estar ante una cámara es que no puedes engañar a nadie. Cuando la emoción te nace aunque no quieras tus ojos hablan por ti. Intento no perder la compostura, soy la capitana del barco y trato de mantener el control. Si me pongo a llorar a la vez que la persona que lo está pasando mal no le soy útil, pero la emoción la vas a ver, en el público, en los cámaras… pero también la risa, porque hay momentos en los que no se puede controlar.

Se suele asociar el llorar con algo negativo, pero no tiene por qué, ¿no? Yo lloro todos los días. Es sanísimo para todo, para quitarte todo lo que te pesa. Y no solo hay que llorar de pena, se llora de emoción, de risa… es una de las cosas más sanas que hay.

¿Alguno de los casos lo han dado por imposible antes de empezar? Nunca. Antes de empezar no hemos hemos dado por imposible nada. En el 99% de los casos tú tienes una idea, pero es la versión del buscador y luego escuchas la otra versión y ves que no era como te habían dicho. Así que cada historia es una aventura.

El programa se llama Déjate querer, ¿es usted más de cuidar o de dejarse querer? He sido cuidadora toda mi vida, de querer. Lo sigo siendo, porque eso no se puede cambiar, pero me he trabajado mucho en esta última etapa de la vida lo de quererme a mí misma y dejarme querer.

¿Cómo se aprende o se lleva ser famosa televisiva? A mí toda la vida me ha servido sentir esto como un trabajo más. Trabajar en la tele no es distinto a trabajar en una cafetería o cualquier otro lugar. En el ámbito en el que estés tienes que ser honesto con tu trabajo y eso significa hacer las cosas lo mejor que puedas.

¿Y cómo lo lleva su hija Lola? A mi hija no le impresiona nada la tele. Ella me ve que la grabo con el móvil y ella me ve a mí en el móvil y me ve en la tele y le da igual, no le impresiona. Vamos a desmitificar la tele: es un trabajo, precioso, pero un trabajo.

¿Es un mundo amable el de la tele? Mis grandes amigos trabajan en la tele porque llevo en esto desde los 14 años y en cada programa he hecho amigos diferentes. Hay quien dice que en la tele no tiene amigos, pero yo sí. Yo paso 14 horas al día en la tele y es normal. De Mujeres y Hombres y Viceversa es Nagore, que va a ser amiga mía para siempre… y de cada proyecto amigos maravillosos, de Viva la vida, Eva Espejo, amiga para toda la vida. La vida en la tele es muy normal (risas).

Siendo famosa se suelen recibir muchos halagos, ¿hace algún ejercicio para mantener los pies en la tierra? Mirar mi cuenta bancaria (risas). Eso me pone los pies en el suelo rápido. Así es este negocio… yo ahorré un dinerito y en la época del confinamiento tiré de eso como muchos españoles. Es un oficio inestable y siempre tienes que tener los pies en la tierra.

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