El estado de Kiko Matamoros es uno de los aspectos más comentados de Supervivientes 2022: ni los mosquitos, ni el hambre, ni el cansancio le dan tregua, y la sombra del abandono planea sobre él. O planeaba, pues este miércoles recibió un gran chute de energía durante la emisión de Supervivientes: última hora, gala presentada por Carlos Sobera.

El madrileño pudo disfrutar de un regalo doble: por un lado, un dibujo de su Nieto, Mati; por el otro, hablar durante unos minutos con su pareja, Marta López Álamo. "Es un dibujo de mi nieto Matías. Salen él, su hermano, la perra, la madre y me dice 'Te quiero mucho'. Yo también te quiero mucho, Mati, os quiero mucho a todos", dijo Matamoros, visiblemente emocionado.

Después le llegó el turno a Marta López Álamo. "El hombre del que estoy enamorada merece que lo conozca todo el mundo. Mi vida, estoy orgullosa de ti, te amo con todo mi corazón. Todo lo que hablamos antes de irte sigue exactamente igual. No van a poder contigo unos mosquitos. Queremos ver a un Kiko gracioso, lo buena persona que eres, lo humano que eres y el gran corazón que tienes", le dijo la influencer, entre otras muchas palabras de ánimo.

La respuesta de Matamoros fue bastante escueta, y se limitó a dar las gracias, afectado. Poco antes de la conversación, declaró sentirse muy molesto por las picaduras, que habían hecho que tuviera las manos inflamadas. "Creía que iba a ser un poco más fácil, no contaba con que me iban a picar los bichos estos de esta forma salvaje. Tengo partes de mi cuerpo inflamadas y con problemas incluso de movilidad o para cerrar las manos", confesó, molesto.

Eso sí, dejó claro que tenía decidido no abandonar y "demostrar que, a pesar de tener 65 tacos, hay narices para seguir a pesar de todas las dificultades", por lo que se espera que las sorpresas de este miércoles terminen de catapultarle para encontrarse mejor.