Tras la entrevista a Antonio Resines (que acudió a El hormiguero para presentar su nueva serie en Movistar Plus+, Sentimos las molestias, y contar cómo superó la covid) y las diferentes secciones del programa, Pablo Motos retomó su sección 'Me voy a pasar de la raya' para hablar de la mentira.

Antonio Resines, en 'El hormiguero': "En la UCI le llegué a pedir a los médicos que me pegaran un tiro"

El valenciano comenzó su monólogo comentando que "vamos a hablar de algo que a todos nos toca de cerca, la mentira. Hace poco leí que la primera mentira que dicen todos los grandes mentirosos es: 'Yo no miento nunca'. Pero está claro que es mentira porque todos mentimos alguna vez a lo largo del día".

"Aunque sea por en defensa propia, por piedad o, simplemente, por educación. La mentira es un arma, pero también es un escudo. Sin ella estaríamos vendidos, forma parte de nosotros y de nuestra vida cotidiana", comentó el presentador.

El valenciano aseguró que "desde pequeños nos educaron con mentiras cuando se nos caían los dientes o cuando llegaba la Navidad. Mentira eran todos los cuentos con los que nos durmieron de niños y con los que nos siguen durmiendo de mayores".

"Vivimos rodeados de mentiras por todas partes y, además, lo aceptamos. Por ejemplo, nadie habla de nosotros de la misma forma cuando estamos delante que cuando no lo estamos. Y todos aceptamos este mutuo engaño", reconoció.

ATRESMEDIA

Motos explicó que "lo hacemos todos y mentimos todos. Lo gordo es que hasta ayer mismo la mentira era algo vergonzoso. Tu podías mentir, pero nadie te podía quitar la vergüenza de ser un mentiroso".

"Hoy la mentira ha creado su propia verdad, la posverdad. Es el mayor logro de la mentira porque ha conseguido igualar la mentira con la verdad y las ha puesto al mismo nivel. Esto es gravísimo porque está generando una sociedad de gente confundida donde la verdad ya no tiene valor", destacó el valenciano.

En una queja sobre las fake news, Motos señaló que "se comparten seis veces más las noticias falsas que las reales porque las fake nos dicen lo que queremos oír, que se resume en que alguien que no somos nosotros le ha pasado algo malo o morboso".

"Nos gustan estas noticias porque, en lo más profundo de nosotros, nos hacen sentir alivio. El efecto secundario es que estas noticias refuerzan nuestro odio y nos hacen peores personas sin darnos cuenta. Lo bueno y lo malo se hace fuerte en ti. No es gratis", afirmó.

Y concluyó diciendo que "siempre se ha dicho que la mentira tiene las patas muy cortas. Pues no necesita tenerlas más largas porque con la mentira hoy en día se consigue más y se llega más lejos que con la verdad. Esto es triste, pero es verdad".