¿De quién será el pulgar romano en la última decisión? ¿Influirá enlas separaciones de pareja? Un estudio realizado en Gran Bretaña porTeletext dice que sí: un tercio de los encuestados afirmó tener discusiones frecuentes por este cetro de poder.Otro, de la Escuela de Negocios de Londres, concluyó que los varonessiempre quieren mandar. Otra cosa es que lo consigan... De acuerdo conun informe de Casado mo.com, en el 41,2% de los hogares españoles noexiste un señor absoluto del mando.

En cuanto a gustos, según el CIS, al 32,6% le gustan más laspelículas y al 18% el fútbol. Y ahora viene el juego sucio: el 77% seenojará cuando le cambien el canal, uno de cada cuatro esconderá elmando o lo dejará sin pilas, y el 3% lo utilizará como boomerang, según Teletext... Los leones ya están en el ruedo familiar.

Pero bajemos de las nubes estadísticas: «aunque muchos hombres ponenla tele por delante de todo a la hora de hacer separación de bienes,los problemas son mucho más profundos», dice Jorge A. Marfil, de laAsociación Española de Abogados de Familia.

Cuéntanos tu caso.

Como arma del crimen

El mando a distancia a veces es el arma del crimen. En 2004condenaron a 15 años de cárcel a un hombre de Huelva por matar a suhermano por discutir sobre quién dominaba la tele. En 1998, unperturbado secuestró un avión de Iberia armado con una supuesta bomba:un control de la tele.

¿Quién decide?

Esperanza Paños

50 años, dependienta.

«Dominan el mando en casa todos, menos yo. Casi no puedo ver la telepor el trabajo y porque también soy ama de casa. Con fútbol, esimposible».

Walter Carrasco

45 años, limpiabotas.

«Los críos tienen el mando. Yo lo quiero para ver las noticias. Lasdiscusiones con mi esposa se generan cuando hay partido de fútbol».

Helmuth Wynkovics

45 años, empresario.

«No hay conflicto, cada uno tiene su televisor. Si no fuera así,imagino que sería la mujer quien ocupase la tele con sus programas».