"Te reviento, retrasado"... las excusas de los 'haters' cuando les ponen delante a María Pombo, Laura Escanes y Juan del Val

Juan del Val, junto a uno de sus 'haters' en redes sociales, en 'El Hormiguero'.
Juan del Val, junto a uno de sus 'haters' en redes sociales, en 'El Hormiguero'.
ANTENA 3
Juan del Val, junto a uno de sus 'haters' en redes sociales, en 'El Hormiguero'.

El anonimato, la deshumanización y la impunidad hacen que en las redes sociales haya un tipo de persona a la que conmúnmente se conoce como hater, u odiador, por su traducción del inglés. Personas que critican de forma hiriente o gratuita a personalidades y famosos a los que no conocen. 

No se trata de argumentos, datos o correcciones educadas, sino de valoraciones personales, insultos, descalificaciones e incluso amenazas. Pero ¿qué pasa si a la persona que ha escrito de alguien "te reviento, retrasado, gilipollas", le sientas delante de la persona a la que se lo dijo? 

Eso es lo que ha hecho El Hormiguero, que invitó al programa a una serie de haters para que leyeran sus tuits ofensivos contra Laura Escanes, María Pombo o el colaborador del programa Juan del Val

El primero fue este último, el marido de Nuria Roca. Su primer hater le llamó mala persona en redes sociales. "¿Decir mala persona no es un poco fuerte, así sin conocerme?", le preguntaba Del Val al hombre que lo escribió en Twitter. 

"Pongo las cosas y la mayor parte de las veces no las pienso… puede ser que me pase, me pase muchas veces", decía el hombre, que no sabía dónde meterse. 

"Este señor prepotente es horrible y es traumante. Es lo que puse y lo volvería a poner", decía una señora sobre uno de sus comentarios y al ver aparecer a Juan del Val decía: "Aquí, criticándote un poco… no digo que seas un orco". Preguntada por el libro de Juan del Val que había criticado, no recordaba ni el título ni el argumento del libro que supuestamente había leído.

"Se sienta con Pablo Motos y Tamara Falcó y es el más gilipollas de la mesa", dijo otro en Twitter y al tener a Del Val delante se excusaba. "Lo considero humor… humor agresivo, digamos" y aseguraba que se lo decía a Juan del Val por considerarle fuerte. "A una persona vulnerable no le haría un comentario agresivo", decía.

Otro sencillamente decía: "te reviento, retrasado, gilipollas"… Y después, con el sujeto de su odio delante intentaba bromear. "No, no puedo más que tenerte rencor por estar con Nuria Roca", para acabar escuchando de Juan del Val: "Me da que este tipo que escribe esto y tú no sois la misma persona".

La influencer María Pombo también se sentó ante varias personas que la habían insultado. Por ejemplo, una chica que escribió: "Estoy viendo vídeos de la María Pombo y no se puede ser más tonta". 

"Me lo dices ahora y me río, pero a lo mejor en ciertas ocasiones me he ido a la cama llorando, he estado con ansiedad. No solo por tu tuit, sino por un cúmulo de muchos tuits", le explicaba María Pombo.

"María Pombo, ¿eres tonta, te gusta ser tonta?", le decía otro usuario en Twitter. María Pombo, acertada, le respondía a la cara: "Ay, Dios mío, qué fuerte. En realidad lo que tú quieres es ser influencer, verdad?". Y el hater tenía que reconocer su envidia: "Sí, yo también quiero". 

"¿Me odias, eh?", le decía Pombo a otra chica que la había criticado y había puesto en su boca palabras que ella no había dicho. "Un poco… estoy muerta de la vergüenza", respondía la joven. 

"Por este tuit a lo mejor cinco amigos tuyos piensan que yo he dicho esto realmente", le hacía ver Pombo. 

Finalmente, la modelo Laura Escanes también tenía la valentía y el decoro de sentarse frente a sus trols. 

"Está feo que utilices una foto con tu abuelo para promocionar su disco, la verdad", había escrito un joven, que tras tener a Escanes delante reculaba y buscaba excusas que se desmontaron con una sonrisa de Escanes, haciéndole ver lo flojo de su argumento. 

"Es que te metes a los comentarios y ves que dicen abuelo…", decía el joven. "Y tú también", terminaba escanes, poniendo de manifiesto el absurdo se sumarse a los linchamientos.

Aún así, el usuarino no entraba en razón: "No me siento mal porque no es un comentario hiriente", insistía.

Otro hater, un hombre mayor, se quejaba de que a Escanes le pagaran todo, vacaciones o conciertos y no se bajaba del burro al tenerla delante, considerándose quién para decirle a la modelo cómo tenía que llevar sus cuentas en redes: "Mete más contenido", opinaba. 

"Ser influencer es un trabajo y las marcas deciden invertir dinero en publicidad en redes sociales", le explicaba con paciencia Laura Escanes. 

La conclusión de la mayoría era que borrarían el tuit, que les consideran personas ahora que les han conocido, que se tomarían cervezas con ellos o incluso les pedían fotos a esos famosos a los que habían insultado en público. 

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