La Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid encargó hace algún tiempo un estudio para conocer qué efectos había tenido la pandemia, y todas las restricciones asociadas a ella, en los jóvenes madrileños de entre 14 y 30 años. El análisis se hizo sobre una muestra de casi 4.400 personas de estas edades y reveló algunos detalles, interesantes y a la vez preocupantes, sobre el efecto de la Covid-19 en la población joven de la región. 

Una de las principales conclusiones que ha arrojado el estudio ha sido que este grupo de población sufre dificultades para socializar con otras personas debido a los confinamientos y las restricciones a la movilidad. Especialmente en el grupo de 25 a 30 años, los encuestados afirmaron tener sentimientos de soledad, aislamiento voluntario y ansiedad social.

Los autores del informe también detectaron que la emergencia sanitaria ha incrementado los pensamientos suicidas, sobre todo en los adolescentes de 14 a 18 años. Un 20% de los jóvenes encuestados de entre 25 y 30 años aseguró que había perdido a algún familiar por el coronavirus, mientras que el 35% confesó que alguno de sus conocidos había fallecido tras contagiarse.

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Los resultados del informe, que se publicará al completo en los próximos días, ya han tenido consecuencias en la gestión de la Comunidad. La consejería que dirige Concepción Dancausa ha decidido poner en marcha un nuevo servicio de asistencia psicológica que atienda los problemas de salud mental de la población más joven. 

Según ha informado este martes el departamento de Familia, Juventud y Política Social, el contrato que posibilitará este servicio está en fase de tramitación. Supondrá una inversión anual de 450.000 euros y ofrecerá, han incidido, "una ayuda inmediata, especializada, accesible, confidencial, anónima y gratuita".

El modo en el que se prestará este servicio de atención es de lo más novedoso, porque se habilitarán consultas a distancia, a través de medios de comunicación muy utilizados por los jóvenes, como Whatsapp y videollamadas. También habrá consultas por teléfono.

"El objetivo de esta medida es apoyar y dar herramientas a los usuarios ante los problemas de salud mental provocados por la pandemia", han señalado desde el Gobierno autonómico. Este tipo de patologías son, según ha agregado, el efecto más importante que ha tenido la crisis del Covid-19 en la población de 14 y 30 años.

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Está previsto que el nuevo servicio empiece a funcionar a finales de año como completo al plan regional de Salud Mental y Adicciones, que se presentó el pasado marzo. No solo los jóvenes podrán utilizarlo: también se ha pensado que puedan echar mano de él los padres de chavales en esta edad, tutores legales e, incluso, personas que trabajen con la juventud.

La prestación del servicio correrá a cargo de profesionales colegiados del ámbito de la psicología, con experiencia en tratamiento en situaciones de crisis. El servicio establecerá protocolos de actuación específicos y diferenciados en relación con las actuaciones de sus usuarios y pondrá especial énfasis en la detección de casos de mayor gravedad. La ayuda que se preste, han subrayado desde el Ejecutivo, se hará sin límite de intervenciones.