Tras dos años de parón por la pandemia de la Covid, la noche del sábado al domingo se dio el pistoletazo de salida a la Feria de Abril en Sevilla. La semana festiva más esperada por los sevillanos y visitantes arrancó dos minutos antes de las cero horas, un adelanto seguramente fruto de la ansiedad de dos años de ausencia. A esa hora se encendieron las más de 200.000 bombillas que alumbrarán las 15 calles de un recinto ferial de 275.00 metros cuadrados.

La noche del "alumbrao" se saldó con un gran afluencia de público y la normalidad en la prestación de los servicios de las distintas Administraciones coordinados por el Centro de Coordinación Operativa (Cecop). Así lo manifestó el delegado de Gobernación, Fiestas Mayores y Área Metropolitana, Juan Carlos Cabrera, al término de la reunión de evaluación diaria de los distintos servicios que integran el dispositivo especial que coordina el Cecop. "En el primer día de la Feria más esperada hubo muchísima afluencia. A pesar de ello, predominó la normalidad en la prestación de los servicios públicos", trasladó Cabrera.

Tras meses de obras para levantar su estructura, la portada de la feria se iluminó al accionar el correspondiente botón representantes de los trabajadores que ultimaron todos los servicios de la feria, cuando todavía se estaba apurando la tradicional ‘noche del pescaíto’, la primera cita en las casetas.

Una portada que recupera el diseño previsto para 2020 y nunca montado en su fecha prevista, inspirado en el edificio del Hotel Alfonso XIII, con la que se quiere rendir un homenaje al viajero coincidiendo con la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo. También mantiene en su diseño el homenaje que estaba previsto hace dos años a varias instituciones por distintas efemérides, como el de la base militar de Tablada con motivo de su Centenario; el del Centro Asturiano, que ha cumplido 50 años desde su creación en la ciudad; y, por último, el del Instituto de Enseñanza Secundaria San Isidoro, que también conmemora su 175 aniversario.

Los arcos de la portada dan acceso a una ciudad efímera con una superficie total de 275.000 metros cuadrados, distribuidos en 25 manzanas, en el recinto ferial situado entre las zonas de la ciudad de Los Remedios y Tablada, en la que se ha desplegado un importante dispositivo para controlar todo tipo de problemas, ya sean sanitarios, de seguridad o los que se puedan producir.

La empresa de transportes urbanos Tussam trasladó a 98.511 viajeros en las líneas de que se desplazan a la Feria, mientras que la Lanzadera del aparcamiento P13 (Charco de la Pava) transportó a 13.200 viajeros y en la línea 1 del metro se desplazaron 102.064 personas. En los aparcamientos públicos establecidos para la Feria se contabilizaron 4.100 vehículos.

El dispositivo sanitario, que está coordinado desde el área de Salud del Ayuntamiento, contabilizó 204 atenciones, con 190 realizadas in situ y 14 con traslados hospitalarios, siendo las más numerosas fueron por intoxicaciones etílicas (35), contusiones (31) y síncopes (19).

El servicio de Bomberos intervino en un incendio en una caseta, con escasa repercusión, y efectuó un centenar de inspecciones preventivas para controlar las medidas y los dispositivos contraincendios en las casetas. Y la unidad de drones del Área de Gobernación se utilizó para la vigilancia de la botellona, especialmente en el barrio de Los Remedios, así como para controlar la venta ilegal de bebidas en el entorno de la calle del Infierno.

Por su parte, Lipasam recogió 80.050 kilos de residuos del recinto ferial y su zona de influencia, cifra a la que se suma la generada en los trabajos previos de Lipasam desde hace varias semanas, para preparar el Real, sobre todo de desbroces, retirada de residuos, limpiezas de viales y zona de aparcamientos y otras limpiezas intensivas, con lo que se han recogido más de 500.000 kilos de residuos.