¿Seguirá subiendo el precio de los alimentos? La guerra de Ucrania dispara el precio de las materias primas agrícolas

Campo de trigo
Campo de trigo
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
Campo de trigo

A pesar de que Kiev se encuentra a más de 2.800 kilómetros de Madrid, la guerra de Ucrania se nota en los bolsillos de los ciudadanos. El fantasma de la inflación —la subida generalizada de los precios— ha vuelto a aparecer en la vida de los consumidores españoles. El índice de precios al consumo (IPC) se ha situado en un 8,4% en abril respecto al mismo mes del año pasado, según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Baja frente a marzo (9,8%), cuando marcó su tasa interanual más alta en 37 años.

La inflación no solo se ha sufrido en la factura de la luz y en la gasolina. Los precios de las materias primas agrícolas, como el trigo o el maíz, también se han disparado en los últimos meses. Ucrania es uno de los principales exportadores de trigo, maíz, girasol, harina y aceite de girasol del mundo. España importa de este país unas 2,7 millones de toneladas de maíz al año y unas 500.000 toneladas de aceite de girasol, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El cierre de este mercado debido a la guerra, unido a la dificultad para encontrar proveedores alternativos, ha provocado un incremento de los precios de muchos alimentos. “En prácticamente todos los segmentos agrícolas y ganaderos hay un desequilibrio entre una oferta limitada y una demanda creciente, presionando los precios al alza”, explica el equipo gestor del Panda Agriculture & Water Fund, un fondo de inversión de renta variable del sector agrícola, en su carta trimestral publicada en Finect.

Estos problemas se han agravado por los problemas en la cadena de suministros, que ha afectado al comercio mundial. Además, la aparición de nuevos contagios por la variante ómicron del covid en China han llevado al Gobierno chino a decretar cierres de ciudades. “La invasión rusa de Ucrania y los nuevos confinamientos masivos en ciudades y puertos chinos están acrecentando aún más las restricciones a lo largo de la cadena de suministro alimentaria”, señalan desde esta gestora.

El incremento del precio de los alimentos también está muy vinculado al aumento de los precios en la energía, ya que están muy relacionados. La mala planificación energética en la Unión Europea ha llevado a una excesiva dependencia de Rusia. “Europa ha capado toda la producción de energía por considerar que era contaminante y ahora se ha encontrado que no tiene energía. Sus proveedores de energía están aprovechando para presionar a Europa”, ha explicado Marc Garrigasait, gestor del fondo Panda Agriculture & Water Fund, en una entrevista en el podcast Finect Talks.

Este gestor también se ha mostrado muy crítico con la regulación de mercados agrícolas de la Unión Europea. “La inflación verde también se está produciendo en los alimentos. Europa está aprobando normas cada vez más restrictivas sobre la producción de alimentos y eso está empezando a pesar. Cada vez es más difícil producir. En los próximos 40 años, la humanidad tendrá que producir tanta comida como la producida en los últimos 10.000 años, pero con menos tierra arable y menos agua”, ha asegurado. 

¿Seguirán subiendo los alimentos? ¿Cuánto tiempo seguirán así de altos los precios del trigo, carne y aceite? Esa es una de las grandes preguntas que se hacen los expertos, que no tienen buenas noticias para los consumidores. “Vamos a ver precios no tan altos como ahora, porque con la guerra se ha intensificado. Habrá una relajación, pero las necesidades de producción son muy grandes. Los precios van a ser altos durante mucho tiempo”, ha afirmado.

Los agricultores también se han visto afectados por el aumento de precio de los combustibles y la escasez de fertilizantes. “La agricultura y la energía cada vez están más correlacionadas. En los fertilizantes agrícolas, por ejemplo, los de mayor uso son los nitrogenados que provienen del gas natural en occidente y del carbón en China, por lo que su precio se ha multiplicado por seis”, explica la carta trimestral.

El equipo gestor del fondo de inversión Panda Agriculture & Water ha aprovechado estos primeros meses del año —donde la volatilidad ha predominado en las Bolsas— para aumentar sus inversiones en empresas agrícolas, ganaderas y forestales. “Consideramos que el valor de sus activos es claramente superior a su valor bursátil, aún deprimido por el largo ciclo bajista en los últimos diez años”, señalan.

La guerra de Ucrania también ha tenido impacto en los mercados financieros. Mientras que la mayoría de productos financieros perdían dinero por la volatilidad, los fondos de inversión dedicados a las materias primas se han beneficiado de la desproporción actual entre oferta y demanda.

“Algunas de las categorías más rentables de fondos de inversión siguen siendo las relacionadas con las materias primas: energía, las llamadas soft commodities (materias primas como el trigo, el café, el algodón, azúcar…), metales industriales… Esto no es garantía de que si en el futuro los precios de las materias primas se mantienen elevados estos fondos vayan a tener un comportamiento positivo. El inversor debe tener en cuenta que son inversiones con un nivel alto de riesgo”, señala Victoria Torre, responsable de oferta digital de productos de inversión de Singular Bank, en un artículo del blog de la entidad.

Por eso, los expertos recomiendan siempre tener una cartera diversificada para reducir riesgos. Una forma de hacerlo es invertir de forma global. Finect cuenta con un escaparate de productos financieros para invertir en el mundo. Los usuarios pueden consultar allí diferentes fondos de inversión, analizarlos, compararlos y escoger aquel que más se adapte a sus necesidades.

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