Visto para sentencia el caso sobre la supuesta patada que Iñigo Errejón propinó al vecino de Lavapiés, Alberto Damarco, en la noche del 2 de mayo de 2021. Sin cambios, las partes se han enrocado en sus posiciones. El denunciante ha asegurado que se acercó a pedirle un selfi al político, por "ser famoso", y ante su rechazo, "tan solo" le comentó de forma "sarcástica" que le ponía "verde en redes sociales". “Fue decirle eso y pataplam, patada”. Algo que el líder de Más País ha negado en su declaración como acusado de un delito leve de maltrato, señalando que "le apartó el brazo" porque le parecía "un poco ofensivo" que alguien le dijera, después de mucha insistencia: "'Venga rojillo, sácate una foto conmigo'".

Ante un nuevo juez y por segunda vez en tres meses-después de que la primera vista fuera aplazada por ser dirigida por la misma magistrada que instruyó el caso, viendo comprometida su 'imparcialidad'- el líder de Más País ha llegado a los juzgados de Plaza Castilla (Madrid) al filo de las 9 y media de la mañana. Su objetivo no había variado, tenía "ganas de dar explicaciones" para poner "punto y final" a la "mentira" de la que le acusa un "señor de extrema derecha". 

Esta vez, el juicio sí se ha producido. Inicialmente, el denunciante, un hombre de 67 años que dice haber padecido un cáncer de colon, "votar al PP" y llevar "un año con ansiedad", ha ratificado su denuncia, pasando a narrar los hechos: "Yo estaba regresando a casa con el perro y un amigo del barrio después de tomar algo y veo a Errejón (...) Y le digo, no te importa que me haga una foto contigo. Muy serio me dijo que a partir de esas horas ya no trabajaba...". Cabe apuntar que el suceso tuvo lugar a dos días de que se produzcan las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, al cierre de la campaña electoral, pasadas las diez y media de la noche.

A partir de aquí las versiones son contradictorias. El vecino de Lavapiés ha asegurado que, sin mediar más palabras, el político le pateó con "desprecio y violencia" en la boca del estómago. Tanto que, según ha apuntado, "el médico" de urgencias le dijo que de "estar treinta centímetros más cerca", se le hubieran "caído las tripas al suelo". Por contra, Errejón, ha sostenido que "dio un paso atrás" y le "aparto el brazo cuando quiso hacerse una foto porque estaba muy cansado después de toda la jornada de campaña". Además, el diputado, ha reiterado que le negó hasta "cuatro o cinco veces" la foto, acabando por espetarle: "Me quiere dejar ya en paz payaso, que ya te dicho veinte veces que no". 

"Hombre, es una fotografía”, contestó el denunciante, diciendo también que se había hecho con Juan Carlos Monedero. Entonces, ha explicado, quiso llamar a la Policía, pero una persona “de color” trato de impedírselo. Este tercer involucrado no ha acudido al juico, aunque la policía, que realizó el atestado, ha apuntado que se trata de un conocido de la zona, en ocasiones metido en problemas, que nada tenía que ver con ninguno de los presentes. 

A todo esto esto, las cámaras de seguridad de un local cercano grabaron la escena, cuyas cintas reflejan la acalorada discusión, pero no aprecian ninguna agresión. Lo que sí muestran los vídeos es la actitud de Errejón al marcharse del lugar, que, dándose la vuelta, hace un gesto invitando al denunciante con la mano a volver a acercarse a él. Sobre esto, el acusado ha alegado que "simplemente estaba enfadado" porque no entendía porque tenía que irse él, "que no había hecho nada". Además, ha añadido, que el vecino le insultaba gritándole, entre otras cosas: "Cabrón, que te voy a joder la vida, ven aquí, ven aquí...".

Los testigos del líder de Más País, tres compañeros de partido que lo acompañaban en la noche que se investiga, han corroborado sus declaraciones. Héctor Tejero, quién el 2 de mayo insistió a Errejón que debían alejarse del "buscaruinas", ha reconocido, también, que la trifulca fue tensa, a su juicio, por el tono "pesado" del vecino. 

En el banco contrario, el amigo 'del barrio' que presenció la escena del lado de la presunta víctima, ha ratificado el alegato de Damarco: "Fue una patada frontal, violenta y de desprecio total” que le desplazó cerca de dos metros, ha dicho, después de que el denunciante le pidiera una foto de “forma elegante”. 

Posteriormente, el letrado de la acusación ha pedido una multa de 6.000 euros y una indemnización de 1.500 o, "subsidiariamente, la cantidad que el juzgado solicite".

Durante la sesión, Errejón ha atravesado distintas fases anímicas, mostrándose reflexivo y preocupado por momentos, llegando a tomar notas de algunas consideraciones de la acusación y testigos. 

La Fiscalía pide la absolución por falta de pruebas

Escuchadas las partes, la Fiscalía Provincial de Madrid ha pedido que se dicte sentencia absolutoria para el diputado, al no existir, ha concluido, pruebas "objetivas y condenatorias". 

Sea como sea, el delito al que se enfrenta Errejón está previsto en el artículo 147.3 del Código Penal y se refiere al que "golpee o maltrate de obra a otro pero sin causarle lesión". Según la normativa, es castigado con penas de multa de uno o dos meses. No obstante, Errejón no perderá el acto de diputado, como sí le ocurrió al exdiputado de Unidas Podemos, Alberto Rodríguez, cuando fue condenado por dar patada a un agente de Policía Nacional durante una manifestación en 2014. 

De aquí en adelante, será el juez el encargado de determinar quién dice la verdad y en tal caso, si es falsa la denuncia del demandante o el testimonio de los testigos del demandado, con las consecuencias jurídicas que todo ello implica. 

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