Aprendizajes de la pandemia: "Si el cólera llevó al saneamiento del agua, la covid nos debería hacer medir la calidad del aire"

  • Entrevista con Iñaki Comas, coordinador de la Plataforma de Salud Global del CSIC.
  • "Entrar en un sitio concurrido es hoy una actividad de riesgo que asumimos", añade.
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Mascarillas
Dos personas se ajustan la mascarilla en la calle, el pasado 20 de abril de 2022 en Madrid.
JORGE PARÍS
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Mascarillas

La nueva etapa hacia la 'gripalización' de la covid ha traído consigo no solo la reducción del número de test de diagnóstico realizados en los servicios sanitarios -ahora ya solo destinados a las personas vulnerables-, sino también el fin de los aislamientos para los contagiados de forma leve o asintomática y del uso de la mascarilla en interiores -salvo en medios de transporte, centros sanitarios o residencias de ancianos-. En otras palabras, las obligaciones han pasado a ser recomendaciones y, por tanto, opciones personales. Sin embargo, el aumento de la incidencia de 121 puntos en una semana entre los mayores de 60 años y la subida de la ocupación hospitalaria ha dado pie a que los expertos en salud pública insten a la "prudencia" e incidan en que "la pandemia no ha terminado".

Para hablar de dudas sobre cómo afrontar esta nueva forma de abordar la pandemia preguntamos al científico Iñaki Comas, que coordina junto a la viróloga Margarita del Val la Plataforma de Salud Global del CSIC, una red de temática interdisciplinar puesta en marcha al inicio de la pandemia que cuenta con 408 investigadores que abordan los retos que plantea el coronavirus. A través de videoconferencia, responde a las preguntas de 20minutos.

El investigador del CSIC, Iñaki Comas.
El investigador del CSIC, Iñaki Comas.
Galo Goig Serrano (CSIC)

¿En qué momento de la pandemia nos encontramos? Venimos de la ola ómicron que, aunque no sabíamos cómo se comportaría y ha habido un gran número de muertes -pues el número de casos ha sido muy grande, y esto hay que tenerlo en cuenta-, no ha conseguido saltarse la barrera de protección frente a la enfermedad grave y la muerte conferida por las terceras dosis de las vacunas, gracias a las que estamos en una época de estabilidad. Llega un momento en el que el tipo de medidas ha de cambiar, pero si quitamos mascarillas, tenemos que mejorar otras que hasta ahora no hemos estado usando muy eficientemente como la ventilación o medición de la calidad del aire.

¿Y el virus, cómo puede evolucionar? Hay muchos escenarios posibles y es muy difícil predecirlo y ómicron es un ejemplo perfecto, pues nadie esperaba que algo tan diferente pudiera aparecer. Podríamos estar en esta misma situación ahora. Lo único que se puede hacer es prepararse para diferentes escenarios: que todo siga igual, que haya que reformular vacunas o administrar nuevas dosis, o que aparezcan variantes con implicación no solo en la transmisión sino en la gravedad. Eso sería un problema, pero no creemos que sea un escenario muy probable. No es de esperar que haya un cambio radical o que vayamos hacia atrás en el control de la pandemia, como mucho que nos cueste más. Como con ómicron, que tras delta no tuvimos que dar un paso adelante y tuvimos que esperar hasta ahora. Hay que mantener la vigilancia genómica y ómicron es un gran ejemplo de adónde hemos llegado en esta pandemia porque en prácticamente un mes ya conocíamos muchas de las características de esta variante y cómo actuar.

"El indicador más fiable ahora son los ingresos, el problema es que avisa tarde"

Con el nuevo sistema de vigilancia, ¿cuáles son ahora las señales de alarma? Para mí es un territorio desconocido, no sé interpretar bien esos valores porque hay mucha gente que está vacunada, muchas personas asintomáticas, que se hace autotest, no sabemos exactamente las incidencias, ni siquiera entre los mayores de 60 sabemos las incidencias reales. Así como antes sí teníamos una cierta guía y sí sabíamos cómo las incidencias se traducían después en hospitalizaciones, ahora no sabemos interpretar las incidencias, necesitamos más tiempo para entenderlo. Yo no soy capaz de contestarte.

La OMS ha alertado de que vamos "a ciegas" por haber dejado de hacer muchos test. Lo más fiable ahora mismo son los ingresos hospitalarios, el problema es que para cuando tú ves algo en el hospital significa que ya ha habido mucha circulación del virus. Llegas un poco tarde. Pero es el sistema que se ha elegido y vamos a tener que encontrar la manera de sacarle el máximo partido, pero yo ahora mismo soy incapaz de interpretar esos datos.

¿Qué aprendizajes deberíamos sacar de esta pandemia? A estas alturas, debería haberse implementado la medición de la calidad del aire, pero después de dos años no lo veo en todas partes e igual debería haberse impulsado mucho más para que saliéramos de esta pandemia con los sistemas de monitorización del aire en todos los sitios, sobre todo donde hay más riesgo de contagios de coronavirus (sitios cerrados y con mucha concentración de gente). Aunque la polución en el exterior también entraña riesgo de otro tipo de enfermedades. Ahora nos tiraríamos las manos a la cabeza si viéramos el tipo de agua que bebíamos hace cien años. Si las epidemias del cólera fueron, entre otras cosas, las que llevaron el saneamiento del agua en las ciudades, probablemente esta epidemia nos lleve, antes o después, al saneamiento del aire como algo esencial.

¿Usted dónde se quita la mascarilla ahora que en interiores ya no es obligatoria? No la llevo al aire libre, salvo si hay muchísima gente. La sigo llevando en ascensores y en el trabajo, aparte de que estamos obligados. Creo que hay que tener paciencia. Ha habido mucho ruido con la mascarilla cuando en realidad tampoco se nos ha obligado a llevarla tanto, ni me parece tan complicado llevarla. Se nos ha pedido un esfuerzo muy mínimo y que cada vez ha ido a menos y en espacios muy concretos. No se ha hecho una buena didáctica con la mascarilla y hay que entender que estamos en una pandemia.

"Ha habido mucho ruido con la mascarilla y en realidad el esfuerzo pedido ha sido poco"

¿Ahora mismo, entrar sin mascarilla en un espacio mal ventilado y concurrido podría equipararse a beber agua sin tratar o mantener relaciones sexuales con desconocidos sin protección? Entrar [sin mascarilla] en un espacio concurrido con mucha gente es ahora mismo, y sin saber realmente las incidencias que hay, es desde el punto de vista de la covid una actividad de riesgo que todos asumimos y ahora, sin normativas, cada cual asume a nivel individual. Ahora, mucha de la responsabilidad de la pandemia se ha transferido a los individuos. Pero hay muchas otras actividades de riesgo que hacemos todos los días.

Como coger el coche... O respirar el aire de las ciudades.

¿Qué le pareció el fin de los aislamientos para los positivos leves o asintomáticos? Esta es otra de las medidas que es difícil saber en qué se han basado. Esta medida produce, evidentemente, mucha circulación del virus y, además, la gente que está padeciendo esta enfermedad queda muy desprotegida a nivel social, porque antes con los aislamientos obligatorios estabas protegido, por ejemplo, contra abusos que pudieran darse por parte de las empresas. Ahora, quieras o no, has de ir y eso, además, desprotege a todos los trabajadores. En mi opinión, deberían haberse mantenido. Aunque también es verdad que hay muchos casos que no son reportados y, por tanto, el número de personas positivas que debe estar circulando es muy alto. Hay que apelar a la responsabilidad individual y de las empresas, pues se ha dado mucho el mensaje de que con las vacunas y con ómicron esto es muy leve, pero eso no es verdad. La ola ómicron ha sido dos veces una gripe normal. Y las personas vulnerables siguen en riesgo, aunque tengan la tercera dosis, porque son personas a las que les cuesta mucho montar una buena respuesta inmune.

"Los aislamientos obligatorios protegían contra abusos por parte de las empresas"

Tras la variante XE, hay quien alerta ahora de la B.2.12, que ya aparece en los informes de Sanidad. No creo que sea necesario que estemos constantemente publicitando las variantes que están apareciendo, porque las va a haber a cientos o miles como ya las ha habido en el pasado. Las variantes relevantes con impacto real sobre la pandemia las puedes contar con una mano: alfa, delta y ómicron. Hablar de un montón de variantes genera inquietud y ruido que al final no termina en nada. Hay muchas variantes que, incluso clasificadas como 'de preocupación' por la Organización Mundial de la Salud, no han tenido un impacto global. Hay que filtrar cuando hablamos de variantes, no vale la pena hablar de todas porque genera ruido y todas las semanas tenemos una. Nos tenemos que preguntar si alguna de ellas va a cambiar la forma de hacer frente a la pandemia. Con ómicron vimos un aumento de las reinfecciones, pero cuando simplemente vemos un aumento de los contagios, esto se puede deber a muchos factores. Muchas variantes han tenido éxito simplemente por estar en el sitio correcto en el momento correcto y después han desaparecido.

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