El móvil, las llaves de casa, del coche, la PDA, la iPod… No esfácil llevar todo repartido en los bolsillos, así que aunque vetados ydesprestigiados hasta hace unos pocos años -de toda la vida se les hallamado mariconeras-, el punto de vista práctico ha prevalecido y los bolsos masculinos han acabado por imponerse.
De hecho, si miramos a nuestro alrededor prestando un poco de atención a este complemento, podemos descubrir unos cuantos patrones según el estilo del portador.El estilo base es un bolso de tamaño medio, que se lleva siempre enbandolera y a la altura de la cadera. Suele ser de alguna marcaconocida, tipo Trunk&Co, Adolfo Domínguez o similar. Y a partir de aquí empiezan las variaciones.
- Los bakalas lo llevan muy pequeño y muy corto, casi sobaquero, como si no quisieran que se notara demasiado que lo llevan.
- Los indies, alternativos o poppies lo llevantambién cruzado, pero es más grande, más cuadrado y cuelga mucho másabajo. Es muy típico que tenga una inspiración militar, o por elcontrario que sea de colores vivos.
- Y por último los más “a la última” lollevan tremendamente grande, colgado del hombro sin cruzar yprácticamente a la altura de las rodillas (requiere bastante prácticallevarlo así con soltura, pero en ningún sitio está escrito que esto dela moda sea sencillo).
- ¿Y el resto qué hacen? Pues recurren a las soluciones habituales. Los trajeados suelen llevar los bolsillos a rebosar, o lo llevan todo en el maletín del portátil, que para algo está.
- Y, desde luego, nunca verás un siniestro o un metalero con otra cosa que no sea una mochila bien grande y negra a la espalda.
- Bueno, y nos queda la clásica riñonera, que queda reservada para gente realmente sin complejos.
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