El hombre de 21 años detenido este jueves como presunto autor de la brutal violación a una menor de 16 años en Igualada el pasado 1 de noviembre tenía antecedentes por violencia sexual: había abusado de su hermana de siete años.
De hecho, su propia madre lo había echado de casa después de que su hija de siete años le explicase que su hermano mayor había abusado sexualmente de ella, según ha explicado La Vanguardia.
Además de estos antecedentes por abusos, el detenido tiene otra denuncia por malos tratos, en este caso de una expareja. De hecho, ni esta expareja, ni la última mujer con la que mantuvo una relación ni su propia madre quieren saber nada de él.
“No tiene principios, ni moral”, declaró a La Vanguardia un responsable policial sobre el detenido por ser el presunto autor de la violación de Igualada. El hombre de 21 años, que trabajaba como repartidor, tampoco tenía relación con sus vecinos de Igualada, ciudad en la que alquiló una habitación después de que su madre lo echase de casa.
En un principio, compartía la vivienda del número 13 de la calle Sant Sebstià, donde este jueves fue detenido, con otras dos personas, pero más adelante ellos se mudaron y el sospechoso quedó solo.
El arrestado pasará a disposición judicial este sábado, según han informado fuentes cercanas al caso.
La noche de la agresión
Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer al sospechoso tras más de cinco meses de investigaciones, que fueron "muy complejas", en palabras del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. La víctima no recuerda nada de la agresión y las imágenes de las cámaras de seguridad -las que funcionaban- eran borrosas.
La noche de los hechos, la joven había acudido con unas amigas a la discoteca Epic de Igualada y, de madrugada, salió del local y se dirigió a la estación de tren para volver a casa. Hasta la salida le acompañó un amigo, sobre quien se descartaron las sospechas.
El asalto ocurrió mientras la menor se dirigía hacia el tren, en el polígono Les Comes. El agresor la dejó inconsciente tras la brutal agresión y así la encontró un camionero, que en un principio llegó a pensar que estaba muerta. La joven llegó al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona con un traumatismo craneoencefálico y desgarros internos.
Allí fue intervenida quirúrgicamente y permaneció más de un mes ingresada. Entre las secuelas de la agresión, la menor ha perdido el 90% de la capacidad auditiva de un oído y lleva acumuladas cinco operaciones.
Registro del domicilio
Tras la detención, este jueves la policía registró el domicilio del sospechoso durante unas seis horas, en busca de, entre otros elementos incriminatorios, ADN de la víctima que pudiera quedar en restos de pelo, sangre o piel, además de la barra metálica con la que fue agredida.
El registro se llevó a cabo con la presencia del detenido y, al finalizar, fue trasladado a la comisaría de Igualada. Este viernes, las investigadoras interrogarán al sospechoso y el sábado pasará a disposición judicial del magistrado que ha tutelado la investigación. Él y el fiscal evaluarán si el material obtenido contra el presunto autor de los hechos es suficiente para que ingrese en prisión.
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