Sánchez, Scholz y Costa piden el voto para Macron, aunque sin citar su nombre, frente a la "extrema derecha" que reivindica a Putin

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), recibe al canciller alemán, Olaf Scholz, en el Palacio de la Moncloa, este lunes.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), recibe al canciller alemán, Olaf Scholz, en el Palacio de la Moncloa, este lunes.
EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), recibe al canciller alemán, Olaf Scholz, en el Palacio de la Moncloa, este lunes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se moja. A días de que se celebre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, que se disputará entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, el jefe del Ejecutivo ha pedido el voto para el primero. Sin citar el nombre de ninguno de los dos, explica que los comicios no pueden ser "una elección ordinaria" porque hay que elegir entre "un candidato demócrata" y "una de extrema derecha que se pone del lado de quienes atacan nuestra libertad".

"La elección a la que se enfrenta el pueblo francés es crítica, para Francia y para todos y cada uno de nosotros en Europa. Es la elección entre un candidato demócrata, que cree que la fuerza de Francia se amplía en una Unión Europea poderosa y autónoma, y una candidata de extrema derecha, que abiertamente se pone del lado de quienes atacan nuestra libertad y nuestra democracia, valores basados en las ideas francesas de la Ilustración", asegura Sánchez en una carta firmada junto a los primeros ministros de Alemania y Portugal, los también socialistas Olaf Scholz y Antonio Costa, respectivamente y publicada en Le Monde y en El País.

El presidente español manifiesta su apoyo explícito a Macron a tres días de la cita decisiva en las urnas en Francia, pero también justo unas horas después de que el mandatario francés aludiera a España en su debate electoral con Le Pen, mientras defendía sus recetas fiscales para hacer frente a la crisis económica derivada de la guerra, las cuales, en su opinión, "ha permitido a Francia tener la mitad de la inflación que España".

La misiva, publicada este jueves, es una oda de los tres dirigentes a la existencia de la Unión Europea, que necesita a Francia "de su lado". Una Francia que ha sido "una y otra vez faro de democracia y fraternidad", una nación "que acogió a los exiliados que huían de las dictaduras de Franco y Salazar", los dictadores español y portugués. Un país al que ponen de antítesis de la Rusia de Vladímir Putin, otra de las aristas de la carta.

Y es que Sánchez, Scholz y Costa relacionan la opción de Le Pen con Putin, pues antes de que acometiera la invasión de Ucrania la candidata de Agrupación Nacional reivindicaba la ideología del presidente ruso. De hecho, tuvo que borrar fotos conjuntas de su programa electoral. Así, los tres líderes recuerdan que "los populistas y la extrema derecha" vienen "reivindicando a Putin como modelo ideológico y político, replicando sus ideas chovinistas". "Se han hecho eco de sus ataques a las minorías y a la diversidad y de su objetivo de uniformidad nacionalista", añaden.

Además, ponen "los valores" que defienden "Francia y nuestros países" como objetivos de la "agresión" de Putin, que "ha quebrantado la regla más fundamental de nuestro orden de paz europeo: no mover las fronteras por la fuerza". "Putin intenta reescribir la historia", señalan.

"Una Europa fuerte no limita la soberanía nacional"

Los dirigentes español, alemán y portugués también se acuerdan en su carta de que Francia, tras dos "desastrosas guerras mundiales", ha sido un país "central" en el proyecto europeo. Es por ello por lo que reivindican la solidaridad europea, poniendo como ejemplo "el mayor fondo de recuperación de la historia" cuando la pandemia golpeó Europa. También presumen de que "la tasas de desempleo en la eurozona es la más baja jamás registrada" porque, en lugar de "repetir los errores del pasado", Europa está invirtiendo "miles de millones en nuevas tecnologías, justicia social, una defensa europea más sólida y un futuro más sostenible"

Asimismo, y ante la mirada menos europeísta de Le Pen, los tres recuerdan cuando los partidarios del Brexit decían que iban a "recuperar el control" porque "todo se puede lograr mejor solos", pero puntualizan que la salida de Reino Unido de la Unión Europea "provocó interrupciones en el transporte y las cadenas de suministro, una caída en el comercio exterior y, en general, unas tasas de inflación más altas que las de la eurozona". "La verdad es que solo unidos tenemos el poder de mantener nuestra prosperidad y bienestar. Solo unidos podremos dar forma a la globalización de una manera humana. Y solo unidos defenderemos la paz y el orden internacional, que están siendo atacados", concluyen.

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