El arrestado accedía a las lavanderías, normalmente de día, y sustraía la recaudación de las máquinas junto con otros objetos que se encontraban en los establecimientos. Además, tras pasar a disposición judicial por estos hechos y quedar en libertad con cargos, fue detenido en dos ocasiones más.

Por ello se le imputa también un delito de robo con fuerza en interior de vehículo, un delito de hurto, un delito de maltrato animal, un delito de daños y un delito de resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad, informa un comunicado el Instituto Armado.

La Guardia Civil le detuvo los días 15 y 19 de abril como presunto responsable de tres delitos de robo con fuerza en dos lavanderías y un parquímetro. Tras ser puesto a disposición judicial, el Juzgado de Guardia de Orihuela ha decretado su libertad con cargos.

La investigación arrancó cuando los agentes, a raíz de las denuncias interpuestas por los titulares de los comercios afectados y dada la alarma social ocasionada en el municipio, comenzaron a recabar pruebas que determinaron la presunta autoría de un hombre que contaba con un amplio historial delictivo.

Además de la repercusión social generada por el breve espacio de tiempo en el que se cometieron los robos, entre el 17 de febrero y el 19 de abril, los hechos objeto de denuncia han preocupado notablemente a los dueños de los comercios ya que les han ocasionado una gran pérdida económica difícil de contabilizar al tratarse de la recaudación diaria.

En concreto, una de las víctimas ha tenido que cerrar temporalmente su negocio debido a los perjuicios económicos, así como a los daños materiales sufridos que necesitan reparación.

Es por ello que la Guardia Civil, gracias a la colaboración ciudadana, el 10 de abril tuvo aviso de la comisión de otro robo, por lo que una patrulla uniformada se personó en el lugar de los hechos. Tras una persecución, en la que el presunto autor opuso una gran resistencia, se procedió a su detención.

En ese momento, los agentes se percataron de que en el interior de la mochila que portaba había un gallo de pelea herido y procedieron a dar aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Orihuela, que, tras comprobar el estado físico del animal, lo entregó a la protectora de animales.