El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este miércoles el Real Decreto 286/2022, de 19 de abril, que, más de dos años después del inicio de la pandemia del coronavirus, elimina la obligación de llevar mascarilla en espacios cerrados.

Consulta el texto íntegro del decreto que pone fin a las mascarillas en interiores, según ha sido publicado en el BOE

En un artículo único, el texto del BOE explica que la obligación de uso de mascarillas queda establecida para las personas mayores de seis años en estas situaciones: 

-En los centros, servicios y establecimientos sanitarios (centros de salud y hospitales), con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación. "Son ámbitos donde puede haber una mayor concentración de personas vulnerables en las que el riesgo de enfermedad grave es mayor y, por otro lado, en los que la probabilidad de transmisión es más alta, ya que son lugares donde puede haber mayor número de personas con infecciones respiratorias transmisibles, además de la Covid-19", justifica el Ejecutivo en el Real Decreto.

-En los centros sociosanitarios (fisioterapeutas, dentistas, centros de mayores o farmacias, entre otros), los trabajadores y los visitantes cuando estén en zonas compartidas. En este punto, destaca la importancia de la protección en las residencias de mayores: "En estos centros, la  probabilidad de transmisión también es elevada, sobre todo ante la aparición de brotes, con un alto impacto al incidir sobre las personas vulnerables".

- En los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses, así como en los transportes públicos de viajeros, donde "se concentra mucha población en espacios pequeños, con poca distancia interpersonal, a veces durante largos periodos de tiempo". En los espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, cuando sean compartidos por núcleos de convivientes. No obstante, esta obligación de utilización de la mascarilla no debe mantenerse para los andenes y estaciones de viajeros. 

Henar de Pedro

Las empresas pueden obligar a llevar mascarilla

En los centros de trabajo, con carácter general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas, aunque la empresa sí podrá obligar al trabajador a ponérsela en caso de que exista riesgo de contagios. Para ello, los responsables de riesgos laborales deberán hacer una evaluación de riesgos en el entorno laboral. 

 "Los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas, si así se derivara de la referida evaluación", señala el BOE. 

No obstante, quedan eximidas del uso de las mascarillas en las situaciones que son obligatorias las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su uso o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización. 

Recomendaciones de uso

Por otra parte, el Gobierno recomienda el uso responsable de la mascarilla en otros supuestos. De esta forma, se aconseja que se mantenga su uso para todas las personas con una mayor vulnerabilidad ante la infección por Covid-19 en cualquier situación en la que se tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros.

Además, se recomienda llevarlas en los espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado, como pueden ser los supermercados o centros comerciales. 

En los eventos multitudinarios, como conciertos o competiciones deportivas profesionales (partidos de fútbol, baloncesto...), y en reuniones familiares o celebraciones privadas también señala el decreto su uso como conveniente. En el caso de las reuniones privadas se aconseja en función de la vulnerabilidad de los participantes.