El Gobierno de Hungría insistió hoy en que no colaborará en el envío de armas a Ucrania y seguirá rechazando cualquier sanción de la Unión Europea a la compra del gas ruso, y que no quiere "hacer pagar" a los húngaros por la guerra.

"Nos importa la seguridad energética de Hungría, no vamos a hacer pagar a la población el precio de esta guerra, por esto no participamos en las sanciones por el gas", afirmó el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, desde Ankara, donde se reunió con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu.

"Para nosotros, lo más importante es la seguridad de Hungría, haremos todo para evitar que nuestra patria se involucre en la guerra", aseguró Szijjártó.

El ministro insistió en mantener la política de no enviar armas para ayudar a Ucrania a repeler la invasión rusa e incluso de no permitir pasar por su territorio transportes de armas para ese país.

Szijártó opinó que la decisión del Gobierno fue acertada, ya que en las cercanías de Kiev los ataques rusos han destruido transportes de armas.

Integridad territorial

"No queremos que suceda lo mismo con territorios donde viven húngaros", recalcó, en clara alusión a los 150.000 húngaros étnicos que viven en la región ucraniana de Transcarpatia, al oeste del país.

Con todo, el ministro dijo que su país defenderá la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.

Szijjártó también recordó que Hungría deja entrar en su territorio a los refugiados ucranianos y que ha mandado a Ucrania importantes transportes de ayuda humanitaria, a los territorios afectados por los bombardeos.